El pasado 25 de septiembre, la cantante sueca Molly Nilsson publicó, en versión cd y en vinilo Lp y a través de la discográfica Dark Skies Association, su nuevo disco, “Zenith”. Un trabajo, el sexto de su discografía, en el que, a través de sus trece cortes, daba una nueva vuelta de tuerca a su música, básicamente pop de sintetizadores, vista como siempre a través de su personal, crítica y sagaz mirada. De este álbum ha extraído como single la canción “1995”, la cual llega acompañada de su obligado videoclip.
La trayectoria de Molly Nilsson es verdaderamente digna de elogio. Esta cantautora sueca empezó grabando sus propias canciones en condiciones bastante precarias, parecían sacadas del agujero más oscuro de la Tierra. Después las pasaba a unos cd´s que ella misma grababa y que envolvía en fotocopias con su diseño. Un comienzo en el que la filosofía del “hazlo tú mismo” era una necesidad, una obligación, pero que pasado el tiempo sigue manteniendo en gran parte. Hasta el momento todos sus trabajos discográficos han sido editados con su sello Dark Skies Association, además Molly se encarga de la grabación y edición de casi todos sus videoclips, realiza el diseño de los discos, de sus portadas, galletas y contraportadas, del merchandising, prepara sus giras y sus conciertos y se ocupa también de sus redes sociales. Todo esto que en un principio no era más que una forma de supervivencia, ahora es una forma de mantener el control sobre su producción y de desarrollar otras facetas que a Nilsson también apasionan. Porque a pesar de todo, ella es pura pasión.
Nacida en Suecia pero afincada desde hace casi una década en Berlín, Molly Nilsson, tiene un cierto espíritu aventurero y viajero y lo mismo visita nuestro país, cosa que hace con casi la misma frecuencia con que edita sus discos, que cambia de continente. Así, por ejemplo, su disco “Sólo Paraíso The Summer”, un Ep con ocho canciones publicado en julio de 2014, surgió tras su estancia en Buenos Aires y su experiencia como visitante de la capital argentina.
Con su pop sembrado de suave electrónica y sintetizadores, apoyado en unas bases rítmicas sencillas y básicas, con melodías atadas con elegantes y simples teclados y sobre todo gracias a su voz, sombría y hechicera, la música de Molly Nilsson resulta muy atractiva y abierta para conquistar a públicos muy diferentes, amantes de la luz y de las sombras, del riesgo y del confort, del cálido abrazo y de la fría soledad. “1995” es una de esas canciones que capturan a la primera escucha pero que además encierran la magia de aquellas que se crecen con la repetición. Equilibrio y sensibilidad en un disco que muy posiblemente sea su mejor trabajo hasta la fecha.
Windows 95, you're long gone but I'm still alive
I've gone so far, not even knowing how
I suppose the world is so much smaller now
The plans that you made,
when you still had the time
I've saved all the things
that you left behind
but by now I guess I'd consider them all mine
Windows 95,
is only a metaphor for what I feel inside
Although I'm older now,
there's still an emptiness
that's never letting go somehow
Have you ever walked into what seemed,
to be somebody else's dream?
And though the time won't let you pass,
it keeps you looking through the glass
1995,
they call the year the future was to arrive
But back in '95
we thought we were standing on the threshold
to the end of time
(And we still do)
So what's wrong with living in the past?
It just happens to be the place I saw you last
And what's wrong with living in a dream?
That one day the echo answers,
deep inside of me
I'll remember 1995
I'll remember 1995.
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