Restaurantes

La vanguardia gastronómica en México se llama Pujol

La gastronomía mexicana también adapta su tradición a los nuevos modos de hacer en cocina. El restaurante Pujol es una clara muestra.

Dicen del restaurante Pujol, en Ciudad de México, que cada bocado es una sorpresa y una delicia; su propuesta gastronómica es la de un restaurante minimalista y natural en su decoración y vanguardista en sus platos; de clara raíz mexicana, la cocina del Pujol representa la visión más moderna y sorprendente de los ingredientes básicos del México lindo y querido al que canta la famosa ranchera de Chucho Monje popularizada por Jorge Negrete en los años 40.

Enrique Olvera es el responsable de este soberbio restaurante, el conocido chef mexicano -que regenta también un establecimiento en Nueva York (Cosme)- ha reabierto su Pujol en México D.F. bajo una premisa básica y esencial: transformar la gastronomía callejera mexicana -el street food mexicano- en alta cocina.

La propuesta de Olvera en Pujol es sugerente y creativa y es además un posibilidad con elección; las cenas en el Pujol comienzan con entrantes para todos y siguen con 5 platos, para casi todos ellos Olvera propone varias opciones entre las que tendrás que elegir. Esta opción de menú semi abierto en lugar de un menú degustación cerrado como el que suelen ofrecer los restaurantes de su nivel, clase y estilo, hace que el Pujol, una vez descubierto y degustado, se convierta en un lugar al que regresar no cuando cambien el menú, mucho antes, lo antes posible porque seguro que te habrás quedado con ganas de degustar los platos que no hayas elegido en tus elecciones.

Si la cocina vanguardista es siempre sorprendente, para un paladar mediterráneo como el nuestro la mezcla de vanguardia y street food mexicano tiene tintes de locura, de la más absoluta de las sorpresas y de descubrir no sólo nuevas texturas y sabores sino también nuevos ingredientes.

Lo primero son las botanas (aperitivos), a partir del segundo plato y hasta el sexto te tocará elegir; aquí encontrarás el menú completo y nosotros te proponemos nuestra elección: pulpo, tinta de habanero, salsa veracruzana como segundo plato, tras las botanas; nuestro tercer bocado es vegetal: tamal de berenejena quemada, acelgas; del cuarto plato nos seduce la carne: wagyu, semillas de hinojo, guacamole de hierbas; y en el quinto descansamos porque es, junto al primero, el único en el que no hay que elegir, es mole; el sexto nos exige de nuevo quedarnos con una opción entre otras y, como nos pierde el chocolate, nos quedamos con el tamal de chocolate, guayabate, haba tonka.

Las bebidas que riengan tan apetecible menú son tan mexicanas como los bocados que hayas elegido, prepárate para descubrir los mejores mezcales de México, también algunos vinos locales.