Restaurantes

Un menú solo de postres en el Hotel Café Royal de Londres

Poder comer con dulces desde el entrante hasta el último plato es posible en The Café, la pastelería-restaurante de la chef Sarah Barber en el cinco estrellas londinense.

¿Alguna vez te has planteado la posibilidad de que todos los platos de tu cena o de tu almuerzo estén formados por los que forman la carta de postres? Si eres un goloso, seguramente, más de una vez.

Pues estás de enhorabuena. Y es que el Hotel Café Royal, en el mismísimo centro de Londres, en Regent Street, cuenta entre su más de media docena de rincones gastronómicos con The Café, un espacio creado por la chef pastelera Sarah Barber en el que se mezclan los conceptos de cafetería, pastelería y restaurante. Y sí, se puede uno sentar a una mesa y comer a base de dulces.

Durante el día, The Café ofrece los más sabrosos desayunos, así como las clásicas meriendas inglesas del Afternoon Tea, con sus scones y sus mini sándwiches. Sin embargo, a partir del 3 de marzo, la cosa va a cambiar. Y es que ese día el rincón abre sus puertas hasta las 11 de la noche y empieza una serie de menús degustación donde todo es pastelería pura.

Con la posibilidad opcional de maridarlo con el mejor vino, en un ambiente decorado con mármol de Siena, se degustarán menús de tres platos como el Memories of a Child (con tarta de ruibarbo, Milky Way y Jaffa Cake, respectivamente, por 26 libras) o el Sarah in Wonderland, un nombre que juega con el de la obra de Carroll y que tiene cinco platos: Vía Láctea (miel, queso de cabra y crema de remolacha); Foie de pollo (brioche con pastel de membrillo); Reina de Corazones (maridaje de frambuesas, champán y rosas comestibles); El Sombrero loco (bombones de cerezas bañadas en licor) y Cómeme y Bébeme (batido de leche y chocolate con chocolatinas Snickers). Este último menú, por 42 libras (20 más si se pide con vino).

Una oportunidad para los más golosos de disfrutar de la capital inglesa como nunca. Además, no hace falta ser huésped del Hotel Café Royal para poder degustarlos, por lo que no habrá mejor idea que ir reservando mesa.