Un entorno de diseño para una comida rápida y de calidad. Esta es la premisa de Tierra Burritos en sus dos restaurantes en Madrid y en alguno más que hay en proyecto. Locales y ambientes cool, muy bien diferenciados según el área de la capital en la que se encuentren, y sabrosos platos de corte yankee.
Porque, aunque de base mejicana, lo que aquí presentan es muy americano: Burritos, tacos y nachos acompañados por refrescantes jarras de margaritas hechas con zumos naturales. Tanto el espacio original, en Guzmán el Bueno, como el último abierto en Sagasta está a rebosar de hispters y cazadores de tendencias urbanas que han encontrado aquí una propuesta original y rompedora que no existía antes en la ciudad.
Lo fundamental es que aún siendo comida rápida está cocinada con ingredientes de calidad bien seleccionados, y eso se nota en el sabor. Ni es pesada ni copiosa en exceso, y en el paladar resulta similar a lo que los más experimentados cocinillas puedan preparar en casa o para una fiesta temática.
No tiene la mala fama de la fast food pero sí alguna de sus ventajas, como es la versatilidad y la rapidez. En apenas un cuarto de hora preparan y sirven, con lo cual es un plan perfecto para antes o después del cine o para un capítulo previo de esas noches que se alargan hasta la madrugada.
El ambiente hace el resto; joven, animado, peculiar y divertido, con una interesante mezcla de clientela española e internacional que se funde y convive alrededor de un sencillo concepto que ha demostrado resultar eficaz y atractivo. Quien vaya con prisa, tendrá solucionada la papeleta en un santiamén. Quien quiera alargarse, no tiene más que sentarse en uno de los enormes ventanales que se abren a la calle Sagasta o en la terraza de Guzmán el Bueno, pedir unas raciones de nachos con guacamole casero, unos cuantos cócteles o cervezas seleccionadas... Y hasta que el cuerpo aguante.
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