Podemos llamarlo Slow Food y explicarlo utilizando términos como farm-to-table pero lo cierto es que la propuesta gastronómica de lugares como Roseta es la esencia desnuda de la cocina: recetas tradicionales, productos de temporada y de productores locales, 100% naturales. Nada más. Y nada menos.
Tenemos el gusto ya tan hecho a la cocina internacional y creativa que nos tienta sobremanera un restaurante que nos ofrece lo mejor de nuestra rica cocina tradicional, más cuando se trata de una oferta muy cuidada y basada no sólo en el recetario clásico sino en la selección de las materias primas que se obtienen siempre de pequeños productores.
Claro que un restaurante que mima su carta no puede mostrarse ajeno a las tendencias culinarias del momento, por eso en Roseta, además de utilizar ingredientes naturales y de temporada preparados en base a un recetario tradicional, tomas prestados ciertos matices de gastronomías lejanas para conquistarnos el gusto.
La presa de cerdo ibérico a la brasa lacada con soja y cítricos o la lubina a la brasa con tomate y mayonesa de aceituna negra son sólo un par de platos de entre las opciones que ofrece Roseta, y hay más: foie artesano con manzana confitada y tostas de pan casero, jamón ibérico de bellota de Guijuelo, pan de cristal y ¿te apetece un postre? en Roseta tienen uno que anticipa un final feliz de la velada, se llama así, final feliz, y se prepara con crema de mascarpone y fresones.
Roseta es un lugar para comer rico y sano, muy variado y para todos los gustos; la estética del lugar, además, acompaña y nos deleita con una decoración sofisticada que bien merece una visita... o dos.
Haz tu reserva y pon rumbo a Alcobendas porque es ahí donde Roseta se ha instalado bajo la batuta gastronómica de Stefano Failoni, fundador del restaurante.
Galería de imágenes
-
1
-
2
-
3
-
4
-
5
-
6
-
7
-
8
-
9
-
10
-
11
-
12
-
13
-
14
-
15
-
16
-
17
-
18
-
19
-
20
