Dicen en Romano que cada plato constituye una obra de arte efímero y, sabiendo que hablamos de alta cocina italiana, tendemos a aceptar tal afirmación por cierta aun antes de ahondar más en la cocina de este soberbio restaurante.
Se trata de una propuesta gastronómica de altísimo nivel armada en cocina por el chef Hipo Vázquez, un cocinero formado en Milán y también entre los fogones del Can Fabes y Santceloni entre otras destacadas cocinas; su pasión por los sabores italianos y por la vanguardia gastronómica se ve reflejada de forma magistral en cada uno de sus platos que son, como decíamos nada más empezar, obras de arte efímero.
Pero Hipo no está sólo, en Romano cuentan con un excelente cortador de jamón -el ovetense Eulogio Jiménez-, un pizzaiolo italiano -el napolitano Ernesto-, un maestro coctelero -Cármine-, dos sumiller -Pilar Rodríguez y Liliana Cocú- y, indispensable, un jefe de sala llegado también del Santceloni -Álvaro Barbas-.
Basta repasar el equipo que da vida al Romano para hacernos una idea de la magia que se degusta en él pero, además, el lugar está a la altura de del menú: se trata de un restaurante de diseño contemporáneo, sofisticado y elegante que dispone de una terraza que se nos antoja ideal para las tardes y las noches que vienen, las de primavera y verano.
En Romano organizan además jornadas gastronómicas por quincenas, hasta el 15 de abril recorren Lazio en sus sabores y de ahí a final de mes Campania; se trata de un menú que ronda los 30 euros.
Lazio sabe a ensalada de porqueta de cerdo para abrir boca seguida de tostas de calabaza, berengena y calabacín a la plancha; a este prometedor inicio le sigue una plato de pasta, espagueti a la carbonara con queso y calamares a la romana; el punto y final al menú lo pone un profiterol relleno de crema con azúcar a la vainilla. Tienes hasta el día 15 para degustarlo porque, de ese día en adelante, en cocina se impone Campania.
Campania comienza con una pizza reina margarita y continua con unos mejillones al vapor con pimienta negra y limón; la pasta es linguini con salsa de tomate, flor de alcaparra y aceitunas negras y el pescado pez espada con mejillones, almejas y tomate cherry; el punto dulce lo pone el postre, una pequeña magdalena en almíbar de limoncello.
La alta cocina italiana en Madrid tiene nombre Romano y está en La Moraleja.
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