París es siempre una buena idea, decía Sabrina en boca de Audrey Hepburn (o más tarde Julia Ormond) en aquella inolvidable película del cine clásico versionada más tarde con Harrison Ford en el papel que antes interpretara Humbrey Bogart (el del triste Linus) a la que su protagonista, Sabrina, daba nombre -Sabrina y sus amores, que fueron dos-.
Pues bien, si París es siempre una buena idea (y no lo dudamos) es por un gran compendio de razones entre las que está Baccarat en su Cristal Room de París, un magnífico restaurante que se ha renovado desde su interiorismo hasta su carta.
Lo primero que te enamorará de Baccarat Cristal Room es su ubicación: está a medio camino del Arco del Triunfo y los Jardines de Trocadero, a no más de 10 minutos caminando de cualquiera de estos dos lugares, a otros tantos del trístemente célebre Pont d'Alma y a sólo cinco minutos más del Pont d'Léna que te llevará a los pies de la Torre Eiffel.
Su ubiación es una tentación en sí misma que se completa con un interiorismo acristalado y colorista de una belleza glamourosa y moderna a partes iguales; el restaurante se distribuye en tres espacios, la terraza, el bar y una magnífica sala protagonizada por el color de los cristales de Baccarat.
Mathieu Méchéri es el chef que se encuentra ahora al frente de una cocina que está, sin duda, a la altura tanto de la ubicación como del interiorismo de este delicioso restaurante; dos son las cartas que se ofrecen en Baccarat Cristal Room, una que detalla los platos que se sirven en el Déjuner (de 12 del mediodía hasta las 3 de la tarde) y otra de cenas, Dîner, que se ofrece desde las 7 y media de la tarde hasta las 10 de la noche.
Si visitas París próximamente no olvides hacer tu reserva, eso sí, ten encuenta que el restaurante permanece cerrado los domingos y los lunes.
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