Madrid es una capital europea e histórica, tan interesante en lo cultural como en lo gastronómico y así lo va reconociendo, año a año, la célebre guía Michelin. A las citas obligadas de la capital de España como son el Prado o el Thyssen, el Palacio Real, el Museo Romántico, el Reina Sofía, el de Sorrolla y hasta el del Ratoncito Pérez, se suman otras experiencias que hacen de una visita a Madrid unos días inolvidables. Como La Candela Restò.
Son días a los que no les faltan sus tiendas de lujo en la calle Serrano, la mítica visita a la estatua del Oso y el Madroño en Sol que resulta siempre más pequeña de lo que uno se espera o el trocito de historia escrita en las Cuevas de Luis Candelas junto a la Plaza Mayor; son días que nos dejan siempre un buen sabor de boca y no lo hacen sólo por lo que vemos y vivimos sino también por los bocados que disfrutamos.
Y en esto Madrid está de fiesta porque a su ya notable oferta gastronómica (con Diverxo, el tres Estrellas Michelin de David Muñoz, a la cabeza), se han sumado dos nuevos restaurantes reconocidos con una Estrella Michelin por la famosa guía gastronómica francesa, CEBO, del que ya os hemos contado algunas cosas y La Candela Restó, el restaurante en el que comemos hoy.
Samy Alí, español de origen sudanés, es el responsable de la cocina de este restaurante vanguardista y creativo que lo es de cocina fusión en modo salvaje, fusión planetaria dice su chef; y es que en La Candela Restò se mezclan las formas de hacer y los ingredientes propios de tradiciones gastronómicas tan dispares como la peruana, india, japonesa, africana y española pero además se fusionan a través de métodos culinarios propios de la alta cocina moderna y de vanguardia; y es que Samy Alí, antes de estar al mando de La Candela Restò y ganar la que será sólo su primera Estrella Michelin, pasó por cocinas tan célebres como las de Kabuki o Coque en España o Cambio de Tercio en Londres.
Borja Rosete se encarga de la sala y de los vinos en un restaurante de cocina abierta y sólo 10 mesas en el que vivirás una experiencia gastronómica inolvidable que comienza como una aventura porque aquí no hay carta, sólo podrás elegir una de las tres versiones de su menú degustación y dejar después que sea Samy Alí quien te enamora por la boca... y en notas sápidas de las que hacen que Madrid deje siempre tan buen sabor de boca.
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