La comida a domicilio no es lo que era, es mucho más porque, en la medida en que tenemos menos tiempo para encerrarnos en la cocina y queremos comer bien, necesitamos opciones que vayan más allá de la pizza y los rollitos de primavera. Pollo KIP, el restaurante del número 61 en la Calle Sesto de Madrid, es una de esas opciones porque lo mismo te sirven el pollo en su sala que te lo llevan a la tuya.
Aquí los pollos se asan al carbón abiertos en dos al estilo portugués para conseguir una textura crujiente por fuera y jugosa por dentro; se sirven listos para comer con las manos (el modo ideal de comerse a placer el mejor pollo a la brasa de Madrid). Claro que el pollo no se sirve sólo sino que se acompaña de diferentes guarniciones y salsas que podrás elegir a tu gusto.
¿Salsas? mantequilla al limón, mojo verde, chimichurri o piripiri picante ¿cuál te tienta más? En cuanto a las guarniciones, resultan de lo más apetecibles las clásicas patatas fritas, también el arroz solo o con frijoles, los pimientos asados que evocan sabores de comidas familiares en domingo y otras fiestas de guardar, el cuscús y la ensalada verde o de lombarda.
Por supuesto en KIP saben que a veces comes solo y en otras ocasiones con amigos o en familia y por eso sus pollos se venden enteros pero también por cuartos y mitades.
Para rematar el menú, ni lo dudes, regálate una bolita de chocolate o de coco.
Sano y delicioso, ideal para comer solo o en compañía, en casa, en la oficina o en la sala de su restaurante; carne de ave y a la brasa ricamente acompañada y lista para comer allá donde tú quieras hincarle el diente ¿qué más se puede pedir?.
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