Mesas de mármol y hierro forjado, sillas de mimbre con respaldo recto, ostras y una botella de champgne francés a la luz de las velas en una acogedora terraza y toda la noche por delante…, ¿en pleno Boulevard Saint Germain? No. Aunque pueda parecerlo no estamos en París sino en pleno Madrid, en Juan Bravo 25 para ser exactos.
Las ostras, uno de los manjares más deliciosos y apreciados desde la antigüedad por sus propiedades afrodisíacas y su sabor extremadamente complejo, pertenecen a la variedad Fine de Claire. Criadas en los Parques de Marennes llevan la excelencia inconfundible y el sello de calidad de Daniel Sorlut. El champagne, con aromas a melocotón, flores blancas, miel y vainilla es un Taittinger Brut Reserve. Resulta fresco, armonioso, perfecto para potenciar la untuosidad de las ostras y suavizar su sabor, yodado como un bocado de mar. Un dueto para disfrutar en Juan Bravo 25 de jueves a sábado y de 20:00 a 00:00.
Quienes prefieran degustar las sugerencias gourmet del chef Antonio Ortega –exquisito, el tronco de bacalao con pil-pil ligero de riojana o el medallón de solomillo de añojo a la parrilla con foie y boletus– pueden sentarse a una de las mesas del bistró interior, cálido y evocador, o de un variado picoteo en la barra a base de presa con cebolla confitada, torta del Casar, croquetas caseras de jamón ibérico o elegir entre la multitud de opciones que ofrece su carta de pinchos.
Terraza, barra o restaurante, Juan Bravo 25 se ha convertido en un referente gastronómico por la calidad de los ingredientes y la cuidada elaboración de todos los platos.