Restaurantes

Pisco 41º le da una vuelta al sabor de Perú

Elegancia en el plato y explosión de sabor en el paladar es lo que encontramos en esta apuesta por la gastronomía y coctelería más auténtica del país andino.

La gastronomía peruana vive una época dorada en Madrid, con recientes aperturas en las que el ceviche se ha convertido en protagonista absoluto de las cartas. Sin embargo, se echa de menos en esas propuestas una sofisticación que convierta la experiencia en toda una aventura sensorial.

Esto es precisamente lo que encontramos en Pisco 41º, un restaurante donde los mejores sabores de Perú se presentan en platos que resulta imposible no admirar, con una delicadeza y un interés en el detalle que bien merece un aplauso. Pero no todo es el emplatado, porque cada bocado resulta delicioso, y en raciones perfectas para sentirse bien comido. Una vez más, el minimalismo no está reñido con el buen comer.

Claro que eso de minimalismo se aplica realmente a que los platos llegan perfectos, sin rebosar. Cuando te explican cómo se ha hecho, resulta admirable comprobar cómo puede haber casi una docena de ingredientes ahí, en un crisol de colores maravilloso que luego explotará en la boca. Y no se trata solo de los ceviches o de los anticuchos, sino de toda la carta.

Gazpachos de ají amarillo, Tiraditos con marinado cremoso, falda de ternera (Malaya a la Arequipeña)... los platos se van sucediendo en toda una sinfonía de sabores. No es de extrañar que su chef se haya formado en los fogones de Astrid & Gastón. Con su socio, experto en coctelería, permiten una experiencia completa por todo lo que tiene que ofrecer Perú (incluso sabores exóticos para nuestro paladar como el de la lúcuma, que se sirve en un postre realmente adictivo).

Pisco 41º se encuentra en el Madrid más castizo, a un paso del Palacio Real y de la Plaza del Biombo, con una cocina 'non stop' de la que no dejan de salir causas, anticuchos, delicias de la cocina criolla e incluso las 'Pisco Burguer' (hamburguesa con toque de ají, con camotitos y yuquitas de guarnición)

Bebidas aparte, el ticket medio ronda los 30 € probando un poco de todo. Perfecto tanto para almuerzos como para cenas, es difícil salir sin ganas de volver a seguir indagando en el menú.