Junto al hipódromo de París y a orillas del Sena en una de las zonas verdes más grandes de la capital francesa -Bois de Boulonge- encontramos Paris Longchamp, una brasserie en la que descubrir los sugerentes sabores más naturales de la gastronomía francesa.
La alta cocina francesa es terriblemente elaborada pero no toda la gastronomía gala es así, bien al contrario, las clásicas brasseries y los bistró suelen rendirse más a los productos de temporada que a modos muy elaborados de hacer en cocina, en Paris Longchamp van un paso más allá y además de trabajar siempre con ingredientes de temporada y, siempre que es posible, de cercanía, optan por productos naturales, su propuesta es casi la de un restaurante ecológico.
Esta nueva brasserie es ideal para escapar del París más urbano y loco y respirar como lo haríamos en el campo, cuenta con una sala interior pero también con una magnífica terraza y una zona infantil, es el restaurante pefecto para una comida de fin de semana o para vivir un rato largo y relajado que nos permita desconectar de una intensa visita a la Torre Eiffel, el Louvre, Notre Damme...
La carta de Paris Longchamp es toda una tentación en la que destacan platos como los nuggets de pollo de granja para los niños, deliciosas ensaladas como la nicosia o la cesar, otros entrantes como las alcachofas enteras con vinagreta de parmesano o los espárragos frescos con salsa holandesa, platos para compartir como la tabla de quesos o la de embutidos franceses, pollo ahumado con zanahorias de colores, entrecot de ternera francesa, pasta con verduras de la huerta... y como no, los postres: brioche con helado de vainilla, tarta de limón y flores o mousse de chocolate negro son sólo algunas de las irresistibles tentaciones dulces con las que Paris Longchamp cierra su carta.
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