La plaza George Orwell de Barcelona es una de las más animadas del Barrio Gótico de Barcelona. Aquí es normal que barceloneses y turistas convivan en los numerosos locales que la pueblan, así como las calles adyacentes. A pocos pasos de allí, en la de Avinyó, ha abierto sus puertas una propuesta gastronómica que ha llamado la atención por su cuidado diseño y sus inmejorables platos: Palosanto.
Los expertos en tendencias calificarían a este nuevo local de 'neotaberna', en tanto que recupera la esencia de aquellos bares antiguos de barrio, pero dándoles un más que importante lavado de cara para que incluya pinceladas de diseño contemporáneo, gotas 'vintage' de ilustración y el encanto perenne de lo que esperas en pleno centro de Barcelona, como, por ejemplo, paredes de azulejos blancos. Todo eso, y más, es la nueva aventura del Grupo San Telmo.
El objetivo es ofrecer tapas de calidad. La materia prima, por tanto, se convierte en clave para que nos relamamos con recetas de siempre como una sublime ensaladilla rusa, croquetas de autor o huevos estrellados con jamón ibérico. Pero también hay hueco para la innovación. Mucho más exóticos, pero igual de buenos, son sus Tiraditos de Corvina Salvaje con salsa de Ají Amarillo, su Calamar con foie y maíz o la Tagliata de Picaña con setas de Shimeji.
Pero estos bocados no es lo único que ofrece. Si nos adentramos al sótano del local encontramos un ambiente diferente, más íntimo. Sin darnos casi cuenta hasta llegar a él, nos encontramos en KAKI, la coctelería secreta del restaurante.
Realizado con materiales reciclados, tapicería de terciopelo y una iluminación tenue, parece como si hubiéramos viajado en el tiempo y el espacio a los auténticos bares de copas de los años 20 en Norteamérica. Con ocho mesas, capacidad para 50 personas y 40 tipos de vodka en la carta, es el mejor sitio para terminar un buen tapeo.
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