En 2008 eligió Las Rozas como base de operaciones. Allí y al margen de las modas, Pedro Muñagorri mantuvo el listón alto. Las claves no fueron otras que buena materia prima, productores que cuidan cada alimento y mucho cariño en las elaboraciones. Las mismas que, ahora, siguen guiándole.
Pero hace apenas unos meses, llegó el momento de mudarse y el lugar elegido fue el barrio de Salamanca. El nuevo Muñagorri cuenta ahora con una animada barra de picoteo y, claro está, el restaurante en el que sentarse con tiempo y buen apetito.
Pedro Muñagorri, que se formó en la Escuela de Cocina de San Sebastián y se forjó en los fogones de Casa Nicolasa en Donostia, del restaurante Zeria en Fuenterrabía y Zuberoa en Oiartzun, no concibe más cocina que la del producto ni más producto que el de calidad y la estacionalidad.
Es decir, ingredientes como pimientos de Guernika, tomates de Guetaria, setas salvajes, verduras de un pequeño caserío de Usúrbil, alubias de Tolosa, judiones de El Barco de Ávila o pichones y foie de Las Landas. Ni más ni menos, y así, la carta, sin ser demasiado extensa, condensa lo más apetecible cuando se busca cocina auténtica.
Su clientela adora los boletus salteados, las alcachofas fritas con yema de huevo, los guisantes lágrima, que pronto, en primavera, llegarán, y el chuletón, la carrillera de ternera o los chipirones encebollados. También los pucheros y pescados como la dorada o el mero, que llega en piezas enteras de 30 kilos.
En cuanto a los vinos, hay una buena y bien escogida representación de La Rioja, Ribera, Priorato, Rias Baixas, Bierzo o Rueda.
C/ Padilla, 56. Tel 91 401 47 41
Galería de imágenes
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Pichón asado con foie.
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Muñagorri, ahora en el barrio de Salamanca.
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Carpaccio de presa ibérica con hongos.