¿Todavía no conoces el restaurante Numa Pompilio? haz entonces tu reserva porque no encontrarás un lugar más encantador y delicioso con el que regalarte el gusto en tu vuelta a septiembre, a Madrid, al trabajo y a tus rutinas de otoño. Un establecimiento que tiene por nombre el del segundo rey de Roma, sucesor de Rómulo, invita, sin duda, a cruzar su puerta y caminar hacia el origen de nuestra civilización.
Lo primero que sorprenderá de este nuevo establecimiento que abrió su cocina y puso sus mesas con la llegada del verano, es su decoración; clásica, romántica, elegante, sofisticada, evocadora y casi de otro tiempo además de bellísima y terriblemente acogedora; las razones por las que esta decoración te abraza y te hace viajar en el tiempo está en muchos de los objetos que la componen, y es que la mayor parte de ellos han llegado a Numa Pompilio desde anticuarios de toda Europa, muchos de ellos en Italia, además, los frescos que reinan en las paredes de este establecimiento son de alto valor artístico. Sólo por eso ya merece la pena reservar mesa pero hay más razones.
Sandro Silva es el chef que se esconde entre los fogones del Numa Pompilio y al mando de su horno de piedra, él es quien manda en una cocina en la que se preparan platos de la verdadera cocina tradicional italiana; cierto es que ni Sandro Silva se esconde del todo ni su carta escapa a algunos toques de las cocinas de otros mundos, de hecho una de las primeras cosas que verás al entrar en Numa Pompilio es su cocina vista y algunos de los deliciosos ingredientes que componen sus platos.
En cuanto al toque internacional de su carta, se debe a que los platos que se incluyen en ella ha sido recopilado de entre los platos creados por artesanos cocineros italianos que viajaron más allá del país de la bota, el resultado es una carta sofisticada que te conquistará por la boca con platos como la dorada al acqua pazza, orecchiona de elefante madurada o el carpaccio de ciervo ahumado con pecorino romano y marsala.
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