Hoy cenamos en Denia, en un restaurante que es, tanto según las prestigiosas Estrellas Michelín como según la lista de los 50 mejores restaurantes del mundo, uno de los lugares de cocina creativa y vanguardista más deliciosos del planeta. Se trata del restaurante de Quique Dacosta.
Os hemos hablado en otras ocasiones acerca de este soberbio restaurante y hoy queremos detenernos en su actual oferta gastronómica porque, además de un menú degustación que es compendio de las creaciones de Quique Dacosta a lo largo de los años, nos seduce y atrae sobremanera su menú de Estados de Ánimo, se trata de las últimas creaciones –unos cuarenta platos- de este vanguardista chef mediterráneo que podrás degustar hasta el próximo mes de noviembre; a partir de ese momento Quique Dacosta echa el cierre de su restaurante, que no de su cocina, para, durante un plazo de unos cuatro meses, dar rienda suelta a su creatividad culinaria y sorprender a propios y extraños tras este receso con nuevos platos. Pero ese nuevo menú es parte de la historia que está por escribir y hoy en loff.it queremos acercarnos y acercaros a la historia viva de Quique Dacosta restaurante y a sus Estados de Ánimo.
Quique Dacosta restaurante comienza la conquista de quienes se acercan a degustar su propuesta gastronómica por los ojos, mucho antes de los platos abandonen la cocina y reinen en la mesa; se trata de un restaurante que ha dejado atrás la treintena y camina con paso firme y estrellado hacia los 35 años; nació como una elegante casa de comidas mediterránea y evolucionó hasta convertirse en lo que es hoy: un restaurante vanguardista del interiorismo al plato. Detalles clásicos como los suelos de mármol, la chimenea o las vigas de madera vista conviven con elementos de diseño vanguardista como las lámparas o las propias mesas y anticipan lo que está por llegar desde el instante en que cruzas la puerta de Quique Dacosta Restaurante.
El nombre de la propuesta gastronómica de Quique Dacosta Restaurante en 2015 es sugerente e incitante, nos anima a cuestionarnos, y respondernos por la boca, a qué sabrían los estados de ánimo caso de ser comestibles. Para Quique Dacosta la cocina es su lenguaje y su forma de comunicar por lo que volcar en ella el poso dejado en él por la vida en los últimos años es un ejercicio de naturalidad creativa.
Estados de Ánimo refleja mis propios sentimientos promovidos por multitud de situaciones a las que me he enfrentado en los últimos años. Han servido de inspiración y se han transformado en platos.
Estados de Ánimo es una sinfonía de creatividad gastronómica y emocional escrita en 6 actos que comienza con unos sugerentes snacks en los que, además de los modos vanguardistas en cocina, se siente la inspiración mediterránea: Sangría de melocotón de viña; buñuelo ligero de bacalao; arroz a banda socarrat; corales; carbón de pericana; ravioli de edamame; raïm del pastor; cordifolia al Limón; mojito de Ginger.
El segundo acto de esta deliciosa sinfonía consta de un delicado compendio de encurtidos y salazones que nos mantiene cerca del mar y la tierra en cuanto a los ingredientes que utiliza: pulpo seco a las llamas; hueva de mújol; ensalada de encurtidos; coca de tomates; puntillas desecadas; corte helado de albahaca y tomate; costra de hierbas - jugo de merinos.
Tras la inevitable ovación ante el despliegue vanguardista del que estamos siendo objeto, nos adentramos en el tercer acto para mediar el menú, se trata de unas tapas: hoja de tabaco y toro; pez limón y medio limón; carbonara.
A estas alturas del menú ya hemos descubierto cómo la creatividad gastronómica de Quique Dacosta no se limita a sus técnicas culinarias, que también, sino a los ingredientes que utiliza, algunos de la tradición gastronómica mediterránea y otros propios de otras cocinas muy diferentes de la nuestra que se tratan en su conjunto creando nuevas armonías sápidas.
En todos los platos hay innovación técnica o conceptual: algún tratamiento nuevo a los productos, metodologías y procesos distintos a los habituales.
El cuarto acto de la sinfonía de los Estados de Ánimo de Quique Dacosta sabe a mar, el mar que da la base a los siguientes platos: satay de centolla; ostra fermentada; gamba roja; twombly; arroz carnaroli de congrio ahumado, remolacha y yogur.
Degustando ya los platos pasamos al quinto y penúltimo acto, que si el cuarto era de pescado, marisco y mar, el quinto lo es de carne y tierra: pizzon al fungí; huevo entre cenizas.
No nos queda ya más que poner el broche de oro y de azúcar que nos deja en boca las notas sápidas de los Estados de Ánimo más dulces, es el sexto acto y son los postres: flores raras; canela en rama – ciruelas pasas; pétalos de rosa; cóctel de manzana de oro.
Quique Dacosta entiende la cocina como un lenguaje y, desde esa perspectiva, la creatividad gastronómica se convierte en cómplice del arte y el diseño porque si has de decir algo, ya sea con palabras o ingredientes, es indispensable hacerlo siempre de forma bella y la belleza, como elemento esencial de este lenguaje, ha de deleitar todos los sentidos, desde la vista al gusto pasando por el olfato, el tacto en sus texturas e incluso el oído en los sonidos de cada plato.
Adentrarse en la cocina de Quique Dacosta es hacerlo en una propuesta gastronómica que es más que vanguardista y creativa, es emocional y emocionante, mediterránea, musical, escénica y dechado de placeres sápidos del que no debes privarte.
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Recuerda que actualmente, y hasta el mes de noviembre, puedes elegir entre el menú Universo Local compuesto de 35/40 degustaciones clásicas de Quique Dacosta o el menú Estados de Ánimo que recoge las últimas 35/40 degustaciones estrenadas en 2015; el precio de ambos menús es de 185 euros, 99 más si lo eliges con maridaje.
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