¿Qué sería Madrid sin sus terrazas? Sin duda mucho menos de lo que es porque en Madrid gusta, y mucho, el terraceo; gusta incluso en invierno, de ahí que haya terrazas que no cierran ni en el frío invierno castizo sino que se calientan con estufas de exterior; afortunadamente esos helados días invernales ya han quedado atrás y, en pleno mes de junio, la primavera sabe y huele ya a verano, al largo y tórrido verano madrileño que se vive intensamente no sólo en las piscinas sino también en sus terrazas, terrazas como la del restaurante Brasas, en el corazón del Barrio de Salamanca.
La terraza del restaurante Brasas, en el hotel Rosewood Villa Magna, es el lugar ideal para gozar de la cocina tradicional española al aire libre y en la capital, aquí el chef Sanabria nos ofrece una carta de primavera y verano de lo más sugerente y atractiva llena de platos pensados para compartir: ajo blanco, anchoa del Cantábrico e higos, calamares rellenos de presa ibérica con pasas sultana, vieiras a la parrilla con curry suave de leche de coco y piñones tostados... ¿y de postre? macaron de yogur y fresas, ganache de montada de yogur e interior de compota de fresas, copa helada de piña colada con sorbete de ron, piña, leche de coco y limón verde y la imponente copa helada Pavlova, preparada con sorbete de fresas y albahaca, merengue y fresas en su coulis.