Martín Berasategui se viene a Madrid. No físicamente pero sí en la esencia de sus platos más exitosos. Los recuperan sus pupilos Raúl Cabrera y Juan Carlos Delle Vedove, director y jefe de cocina, respectivamente, del restaurante insignia de la cadena hotelera Silken, el Lágrimas Negras del Puerta América.
Un restaurante vanguardista en un hotel que se comporta del mismo modo. Un establecimiento que agrupa en sí mismo el talento de los mejores arquitectos e interioristas del mundo no podía descuidar su oferta gastronómica. "Solo lo mejor", parece ser su lema, y actúa en consecuencia.
Para hacerse a la idea del universo culinario del siete estrellas Michelín, de manos de los que han trabajado tan de cerca con él, nada mejor que un genial menú degustación que bucea a través de la evolución del genio. Los distintos platos, fechados según el año en que Berasategui los dio a conocer, van desde su milhojas de foie, manzana y anguila al pichón asado con oreja y crema de manzana, pasando por un delicioso huevo de caserío a baja temperatura con guiso de caracoles y el salmonete con cristal de escamas.
Una oferta gastronómica que el cliente puede personalizar con la recomendación del vino perfecto para su plato, seleccionado por el sumiller Juan Antonio Herrero, Nariz de Oro en Londres en 2004 y premiado con el galardón Wine Spectator por quinta vez consecutiva gracias a su bodega integrada en la sala del Lágrimas Negras.
El diseño de Christian Liaigre y la posibilidad de tomar una copa en el ático del hotel con vistas a la capital completan una experiencia de altura, de sabores con solera y nuevos aires para una cocina con estrella.
Galería de imágenes
-
1
-
2
-
3
-
4
-
5
-
6
