Mujer pelotari. A ella hace referencia el término "raquetista", y es que este instrumento evitaba que se estropearan sus manos al jugar a la pelota vasca. Gracias a él, seguro, la abuela de Paco y Javier Aparicio no tuvo impedimento alguno para la cocina y para transmitirles una pasión que se ha convertido en su medio de vida.
Son dos hermanos conocidos en el panorama del tapeo madrileño por su desenfadada, actual y colorista Cachivache Taberna en la calle Serrano. Ahora, vuelven a la carga con un nuevo concepto en la zona tabernera por excelencia de la capital, el Retiro, y si bien la competencia allí es manifiesta, han conseguido dar a luz un restaurante que ya es un imprescindible.
Los motivos son claros y no se han roto la cabeza por inventar recetas o instaurar una nueva forma de hacer las cosas y, sin embargo, lo han conseguido. En La Raquetista, un íntimo local de reducidas dimensiones y dos ambientes diferenciados (barra y sala en un uniforme gris con apenas unas mesitas vestidas de manera pulcra y elegante bajo la luz acertada), encontraremos un excepcional producto y una refinada técnica puesta a su total servicio. Es decir, que no hay disfraces, no hay trampa ni cartón. Es el sabor de siempre en toda su expresión presentado, eso sí, con la sofisticación que le ha dado a Javier (el chef) su formación en la vanguardia catalana.
Recomendamos compartirlo todo para no dejar de probar nada. Tapas y raciones se degustan igual en cualquiera de las dos áreas, variando los tamaños y dependiendo del mercado, y van desde unos inigualables y ligeros torreznos cocinados durante horas a baja temperatura, a unos esponjosos buñuelos de bacalao con una suave vizcaína pasando por un siempre apetecible guisote de casquería madrileña o una cazuelita de garbanzos con butifarra negra, chantarelas y foie. En una sección más creativa y con pinceladas internacionales, sin perder de vista sus valores, encontraremos originales opciones como los tacos mexicanos de parpatana de atún rojo o el rabo de vaca al curry massaman tailandés.
Cada elección será perfecta siempre en compañía de un buen vino. Su carta es interesantísima, se presenta en una curiosa botella magnum y supone un recorrido por toda la geografía española dando un salto a la región francesa de Champagne en el apartado de burbujas ligadas a pequeños productores.
No es que La Raquetista no defraude. Es que conquista y engancha. Madrileños y foráneos, ya hay nueva parada en la ruta de aperitivo del domingo. Solo que aquí da igual que sea lunes o viernes y, con toda probabilidad, te quedes a comer.
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