Natural y ecológico. Sencillo y saludable. Es Le Pain Quotidien.
En cada esquina de la ciudad de Nueva York, existe Le Pain Quotidien. En Madrid, casi. En la Gran Manzana, sea la hora que sea, suelen estar llenos. Hasta la bandera. Unos entran a por el café y dosis de cafeína precisa para aguantar la jornada; otros a comprar algún tentempié y la mayoría lo elige por su despensa orgánica y atmósfera acogedora. En todos, además, se multiplican las familias con carritos y niños pequeños.
En España la expansión continúa. La última apertura de esta firma belga, creada en 1990 y con más de 100 locales en 15 países, ocupa el número 26 de la calle Capitán Haya. Alberga, como es clave de la marca, tanto panadería como amplio salón con mesas individuales y comunales. De hecho, Le Pain Quotidien fue pionera en romper las barreras entre unos y otros, e invitar a los comensales a sentarse codo con codo.
El cálido aroma del pan recién hecho inunda los 180 m2 de este novísimo local. Él, por supuesto, es el eje argumental. Existe una gran variedad: con semillas, nueces, pasas, granos ecológicos, levaduras naturales y sal marina.
Junto a estos, más de 50 artículos también bio. Bollería, pastelería, tartas… Y café, zumos, limonadas, ensaladas y magníficos platos de verduras o recetas tan apetecibles como los huevos Benedictine.
Natural y ecológico. Sencillo y saludable. Es Le Pain Quotidien.