Trocadero Commodore reconquista el número 5 de la plaza de la República Argentina y se instala en el local donde nació y creció Mayte Commodore. A principios de este otoño, el Grupo Trocadero trajo a Madrid el ambiente relajado, chic y sureño que caracteriza a la firma. Y no eligió cualquier ubicación, sino el local que durante décadas fue un icono de la oferta culinaria y social capitalinas.
En los tiempos del Commodore, el espacio que hoy ocupa Trocadero era un hervidero de actores, empresarios y políticos, donde se cocinaban casi todos los tejemanejes de la alta burguesía ochentera y muchos de los platos míticos que lo pusieron de moda. Pero, como nada es para siempre, también le llegó el declive. Tras varias décadas sin recobrar el esplendor del pasado, el grupo de Dionisio Hernández-Gil retoma el espíritu del legendario restaurante con el sello inequívoco de la Costa del Sol. La fachada se mantiene, al igual que el rótulo histórico (Commodore), con el que María Teresa del Carmen Aguado Castillo (Mayte) inició en 1967 la revolución gastronómica madrileña.
El interiorismo lleva la firma del estudio Lucas y Hernández Gil, propiedad de Fernando Hernández-Gil (el hermano) y Cristina Domínguez Lucas, su mujer. Con guiños africanos y la madera y las telas como protagonistas, los 1.500 metros cuadrados se estructuran en dos plantas, que albergan varios salones y diferentes ambientes con terrazas asomadas a Serrano y Joaquín Costa.
Al igual que en el resto de locales Trocadero, la raíz de la oferta gastronómica parte de una cocina de producto con clara esencia mediterránea, potenciada por importantes influencias asiáticas. De hecho, a la carta habitual de arroces, pescados y carnes se suma una selección dedicada a la cocina japonesa.
Durante esta Navidad, Roberto Pasqua —barmanager de Trocadero Commodore— y Zamora Company proponen un brindis de alta coctelería para paladares refinados, curiosos y disfrutones. Los tres cócteles navideños de Pasqua invitan combinar la mixología con la carta de Trocadero.
Tramontana Spritz, con Limoncello Villa Massa, es perfecto para tomar durante el aperitivo, a la espera de la llegada de los invitados. John Lemon (Martin Miller's Gin) marida con mariscos, pescados, carnes blancas y quesos poco curados. Como colofón, Robert Pasqua propone su Carajillo 43 junto a un buen postre.
No sólo se podrán degustar en todos los restaurantes Trocadero. También en nuestras celebraciones navideñas, pues el maestro italiano comparte sus recetas paso a paso. Cada uno de estos cócteles están hechos para crear sensaciones a través de los sentidos. Incluso el más sencillo, juega con olores y texturas para sorprender a quienes lo degustan, apunta el barmanager del grupo.
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Tramontana Spritz, La clave para abrir el apetito
30ml limoncello
30 ml zumo melón agridulce
10 ml licor de Salvia homemade
10ml bitter blanco
20 ml z. Lima
4 hojas de albahaca en Shake
Terminado con prosecco
Jengibre confitado
John lemon, Exotismo en estado puro
30 ml limoncello
30 ml de Martin Miller con eucalipto
10 ml de lima
15 ml de zumos de limón marroquí
Salvia y albahaca
Top de tónica premium
Carajillo 43, El cierre perfecto
40 ml de licor 43
20 ml de destilado de café
15 ml de vermut rojo giardino
10 ml de sirope de guinness
45 ml de café doble expresso
Sal de garrapiñada
Pimienta de cubeda
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