En el corazón de Alicante, a la vista de su Catedral y el Castillo de Santa Bárbara, bajo la cálida luz mediterránea y junto al mar, ha caído una Estrella Michelín. Para encontrarla sólo hay que adentrarse en el Hotel Hospes Amérigo y acomodarse en su restaurante: Monastrell.
La cocina que la prestigiosa guía ha reconocido con tan preciado galardón es la que sale del trabajo, la imaginación y las manos de la chef María José San Román, una defensora sin cuartel de lo mejor de la tierra y, entre todo ello, el aceite de oliva virgen extra y el oro rojo, el azafrán.
María José no renuncia a las recetas clásicas ni tampoco a los ingredientes naturales pero los reinterpreta, los dota de una nueva forma y sabor y conquista el gusto de todo aquel que prueba sus platos, el romance entre sus creaciones culinarias y el paladar de sus comensales es siempre cosa segura.
El Monastrell, de decoración moderna y viva, dispone de una zona de barra y de un reservado para las cenas o comidas más discretas, además de ofrecer una amplia variedad de vinos de su bodega. Y para completar su deliciosa oferta nos presenta además una sabrosa librería gastronómica.
Acomodémonos y dejémonos aconsejar por la chef rindiéndonos a su menú degustación: guacamole de guisantes con bogavante; tartar de atún a modo de ceviche con herbas y algas marinas, crujiente de trigo y piñones; caldero de alcachofas con calamar; arroz 'socarrat' con setas de chopo silvestres y gamba roja; cordero lechal con crujiente de pimientos choriceros y migas de azafrán; y como cierre y fin de fiesta, ensalada de frutas de otoño con vino dulce de Moscatel y chocolates de diferentes orígenes.
La mesa está puesta en el Monastrell, sólo faltas tú...
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