Ambiente, diseño y gastronomía. Son los tres pilares fundamentales sobre los que se sustenta Juana La Loca, uno de los últimos ejemplos de que en la capital colombiana comienza a gestarse la revolución "foodie".
La revista Wallpaper, de gran reputación a nivel internacional en lo que a estilo de vida se refiere, acaba de premiarlo, por todos esos motivos y, muy especialmente, por su estilo de puertas afuera y adentro, como el mejor restaurante del mundo.
El galardón es bien merecido. Juana La Loca, un proyecto transatlántico que en sus inicios surgió del grupo español En Compañía de Lobos, presentaba, como todos los de la compañía, una arrolladora personalidad propia que combinada con algunos elementos comunes en todos los negocios de la empresa: calidez, interiorismo, buen servicio y una cocina apetitosamente actual. Ahora, continúa con esa mágica esencia.
El brasileño Isay Weinfeld, arquitecto que lleva la elegancia del minimalismo y las líneas puras por bandera, firma un espacio que es cinco a la vez y que se apoya en la destreza de otros tantos nombres propios en diversas disciplinas para cobrar vida. Y tiene mucha.
La entrada, situada en el tercer piso de un moderno edificio en la calle 90, la protagoniza una gran lámpara con el sello de Lindsey Adelman en un amplio cuadrilátero de madera oscura cuyo centro lo ocupa la barra en la que el mixólogo argentino Adrián Madio es el rey. A continuación, un corredor de acero nos lleva a la cocina vista en la que el equipo trabaja, a las órdenes de Mauro Ferris y David Rodríguez y a la vista de los comensales que han de atravesarla para llegar a cualquiera de los dos salones o la terraza.
En ellos, en un entorno de luz natural, tonos claros, cuero y flores y plantas silvestres, es donde se degusta la oferta culinaria con marcados toques mediterráneos, muy españoles, que se agradecen cuando se está fuera de casa. Croquetas, cochinillo o jamón ibérico, para más señas, forman parte de muchos de los platos. El atún, el pulpo o deliciosos arroces, como el que sirven meloso con langosta, están entre los "greatest hits". Para los créditos, una pecaminosa "pecan pie" que hay que probar.
En Juana La Loca los días cobran sabor y las noches, cuando el volumen de la música sube, un punto de locura. Es moderna, divertida, guapa e inspiradora. Y por eso, se lo merece todo.
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