La internacionalización de la gastronomía es un hecho y, para muestra, Ikura: un restaurante japonés en Madrid -o dos- al mando de cuya cocina está un venezolano.
Bacalao negro de Alaska con miso dulce y chips de Japón, Curry rojo de langostinos estilo Ikura servido con gohan o Ensalada de algas con cangrejo de carcasa blanda crujiente con vinagreta de ciruela... Tataki de ventresca de atún, Nigiri de foie con kanten de mango caramelizado, Gyozas caseras de carabineros… Bocata de Calamares (Futomaki con Mamenori) o el Gunkanmaki de yema pochada con crujiente de lentejas, jamón ibérico y perlas de trufas...
Así de sugerente suena la carta de Ikura y de Jaime Finol, sugerencia que se transforma en deseo cuando sabemos que sólo los productos más frescos y selección cuidada entran en las cocinas del restaurante nipón.
Saboreamos Ikura en el número 22 de la calle Costa Rica desde hace ya seis años pero éste restaurante sushi bar, a la vista de las delicias que salen de su cocina, merecía más que las 6 mesas de invierno que no pasan a ser 22 hasta que llega la primavera y salen las terrazas a la calle. La ampliación viene de la mano de una nueva apertura, en Modesto Lafuente 64.
Se trata de un local de diseño más moderno y actual que decididamente nipón, muy en tiempo y forma con una cocina en la que, si bien reinan los sabores y platos del país del sol naciente, degustamos también mezclas curiosas fruto del buen sabor de boca de Jaime Finol y su dilatada experiencia en los fogones.
Además, cuando veas que caen sobre ti las horas como pesadas losas, sin dejar opción a moverte o que te muevan, no tienes más que llamar y perdir un delivery para recibir tu sushi en casa listo para degustar, para que te des el gusto y el capricho.
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