Restaurantes

España y la India estrechan lazos en la sede de Benares en Madrid

Atul Kochhar ha elegido la capital para abrir embajada de su restaurante londinense, primer indio en conseguir una estrella Michelin en el mundo.

Es la apertura más sonada del año en Madrid. Atul Kochhar, primer chef indio en conseguir una estrella Michelin para su restaurante homónimo en Mayfair, ha querido trasladar a la capital española su cocina con una idea muy clara: combinarla con las buenas materias primas patrias.

Kochhar, un enamorado de nuestro producto, de su calidad y sus infinitas posibilidades, y también de nuestras costumbres, tradiciones y estilo de vida en torno a la gastronomía, pretende acercarnos ese estilo y buen hacer, que le lleva encumbrando al firmamento culinario durante diez años consecutivos, con este apetitoso proyecto.

En Benares combina su cocina de autor de raíces tradicionales, con las clásicas elaboraciones que cualquiera busca en un restaurante de estas características, con un acercamiento a sus imprescindibles de nuestra tierra y nuestras costas, una lista que pretende ir engrosando a medida que conozca, investigue y desarrolle mayor número de platos.

Así, entre las opciones tradicionales destacan el cordero Rogan Josh “Atul’s signature curry” (guiso de cordero tierno de Cachemira al azafrán e hinojo), el pollo tandoori al estilo antiguo de Delhi con chutney de menta, o el sabrosísimo chicken butter masala, tradicional tikka masala del Punyab.

Entre su selección con acento español cabe destacar, por el momento, uno de los protagonistas de la carta: el rape al tandoor con curry de coco. También las vieiras a la parrilla con texturas de coliflor, los carabineros a la plancha con curry ligero de mango o el lomo bajo de vaca vieja gallega a la parrilla con boletus masala.

Como acompañamientos, no falta el dahl (lentejas especiadas), las espinacas, garbanzos Punjabi o el surtido de panes Naan hechos al horno y de los que se da buena cuenta degustando las decenas de salsas.

Y para disfrutarlo, Benares abre sus puertas con tres espacios diferenciados: una imponente barra para abrir boca con un picoteo (no podían faltar las tapas en esta fusión) y buena coctelería, una sala donde pedir a la carta o dejarnos guiar por un acertado menú degustación, y una "mesa del chef" para hasta seis comensales que permite vivir la experiencia desde el "front row".

Benares viene a demostrar la apertura de Madrid al mundo, a nuevas y atrevidas propuestas, a la ruptura de moldes. Será cuestión de muy poco tiempo, seguro, que aquí sea difícil encontrar una mesa. Motivos no faltan.