Negro, un color asociado a lo enigmático y a lo misterioso, que rebosa fortaleza pero también un punto de sensualidad. Solo un grupo como Tragaluz podía permitirse llamar así a uno de los que para muchos es el buque insignia de su flota gastronómica.
A la hora de recomendar un restaurante en Barcelona, el Negro siempre ocupa un puesto privilegiado en el Top Ten de los indispensables. Y más ahora que viene pisando fuerte con una moderna reorganización del espacio.
El Negro cambia de aires para traer una mayor frescura gracias a su recién inaugurada terraza, y un nuevo reclamo que hace más atractivo, si cabe, este consagrado establecimiento situado en la zona alta de la Diagonal. Se trata de una gran barra central donde se puede ver y casi tocar los platos que preparan con suma delicadeza los cocineros bajo las órdenes del chef Álex Durán.
La carta está esencialmente basada en la cocina mediterránea pero encontramos un toque internacional con inspiraciones asiáticas y sudamericanas. Conviene probar las croquetas de berenjena, tomate seco y parmesano, ceviches variados como el picante de corvina aguacate y maíz, pulpo a la parilla con patata y pimentón, o el lomo de buey a la parrilla con celerí y shiitake. Las pizzas son un acierto seguro, en especial la de pepperoni, ya que ahora disponen de un horno de leña situado en una de las esquinas del restaurante.
Reconforta volver a un Negro, no tan negro, y ver que su nueva actualización está calando hondo entre los asiduos al local y atrayendo a más propios y extraños en busca de una buena cena, con final feliz a modo de cóctel y acompañada de la mejor música de los Dj ́s de moda de la escena musical barcelonesa.
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