Ha sido y siempre será uno de los barrios con más tirón de Barcelona. El Born es popular, es chic y también sofisticado. Y en él, durante algún tiempo hubo un café llamado de la Princesa. Ocupaba un bonito palacete en el que, siglos atrás, se disputaron luchas amorosas. Y ese encanto de los lugares con magia quedó para siempre; también se adivina ahora, recientemente reformado en un mercado internacional.
Así, el Café de la Princesa de antaño albergaba una singular tienda de moda, complementos, belleza y gadgets para el hogar. Junto a ella, un restaurante en el que se comía rico, se contemplaban exposiciones artísticas y se asistía a conciertos. Cambiaron los usos y las costumbres, y Barcelona, que ya tiene mercados como el de la Boquería y del Santa Caterina, pedía otro. Entonces, la Princesa decidió tener uno.
En el cruce de las calles Flassaders y Sabateret, abren sus puertas, cada día, desde las 09.00 y hasta las 00.00 horas, 16 puestos de comida con una oferta que apetece probar- casi con gula- en las mesas centrales o en las barras repartidas por el local. Para paladares caprichosos, para viajeros, para clásicos, para cualquiera: recetas mediterráneas, asiáticas, huevos y patatas cocinados de múltiples formas, frituras, embutidos y deliciosos quesos así como ahumados, latas selectas, ostras y marisco, repostería, y claro, vinos, cavas, cervezas de autor y coctelería.
Son 16 apetitosas paradas en las que probar, compartir y pasarlo bien. 16 propuestas que hacen que el Mercat Princesa sea ya visita obligada.
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