22 son los años que ha cumplido Cornucopia -el cuerno de la abundancia- con sus puertas abiertas y las mesas puestas; es un restaurante de menú del día, menú express para los del plato único, menú de noche para los que cenan fuera y especial para quienes tienen algo que celebrar. Y es, también, un restaurante con mucho arte y algún secreto.
De Cornucopia sorprende el rojo apasionado de su decoración y los cuadros que se exponen en sus paredes, sorprende la calidez del lugar, sus deliciosos platos y la posibilidad de acabar la cena degustando un cóctel.
Y cabe que te sorprenda ver pasearse por el local algún que otro rostro conocido o de cierta popularidad de antaño porque uno de los tres socios de Cornucopia es Kim Maning; si eres de los que no se perdía las veladas del 1, 2, 3 con Mayra Gómez Kemp no necesitarás más datos, sí, es ella.
Kim, junto a Fernando Bazán y Bernardo Martínez, puso en marcha este sugerente restaurante con la premisa de que si comer es un placer, cocinar es un arte y así, jugando con la comida como arte o el arte del buen comer, Cornucopia se ha convertido en uno de los 50 mejores restaurantes de Madrid.
De lunes a domingo y de 13.00 a 16.30 o de 19,00 a 00.00, puedes darte el gusto de saborear un aperitivo de hummus con albahaca fresca y tomates deshidratados antes de lanzarte a degustar un menú que bien podría componerse de un timbal de crema de queso de cabra y cebolleta tierna envuelto en jamón serrano a la plancha con mermelada de tomate para empezar, un segundo de mero a la plancha con una salsa cremosa de almendras acompañado de crujiente de verduras o de solomillo de cerdo relleno de queso brie y orejones de albaricoque con salsa demi-glace y compota de manzana con un toque de menta si eres más de carne que de pescado. El pan es casero y el aceite de oliva virgen extra.
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