Era el "Carmencita", ese esquinazo del Madrid que se apunta al centro, en pleno Chueca, por el que han pasado asiduamente muchos grandes (de los nuestros y acogidos) como Pérez Galdós, Mihura, Neruda, Alberti o Lorca. Era, porque ahora es la otra Taberna La Dominga, hermana de La Dominga de Malasaña aunque conserve la estructura exterior y la barra de estaño.
Y al frente dos cocineros argentinos Micaela Geminiani y Pedro Natale, otra fusión de cocinas, esta vez la vasca y la mediterránea, y la promesa de la gran calidad de los ingredientes con los que elaboran una carta de 20 platos presentados con aires más del XXI que del XIX: croquetas de boletus al aroma de trufa blanca, rabo de toro desmigado sobre puré trufado y osobuco de ternera a la naranja, tarta de limón con merengue italiano gratinado o la crumble de manzana con helado de vainilla y una gran colección de vinos.
Menú del día por algo menos de 11 euros, menú a elegir entre dos primeros y dos segundos, mediodía y noche por 18 y la carta tiene un descuento del 10% de lunes a jueves para comer o cenar. Andar por el centro y disfrutar de la mimada cocina de un petit bistró cargado de historia, no, no tiene precio.