Tartar de solomillo.
Restaurantes

Casa Paloma. Lo esencial

El restaurante catalán celebra un año y revalida su posición como lugar sabroso, bonito, en el que ver y ser visto.

Es un espacio diez. Por decoración, ambiente, servicio y carta. Es, además, una dirección en la que comer bien. Porque Casa Paloma, creación de Enrique Valenti, se asienta en unas bases reales. No son otros que platos que permanecen en el subconsciente, que traen recuerdos, que buscan lo primario, el buen sabor y aroma, que no tienen artificios. Auténtico.

En Casa Paloma se degustan buenas carnes, pescados y entrantes elaborados con materias primas de alta calidad. Una apuesta cosmopolita y sabrosa que se completa con una cuidada selección de vinos.

La parrilla argentina, de gran tradición en todo el mundo, es uno de los pilares de su carta, sin olvidar los tartares de carne o pescado. Y aunque la apuesta esencial es que el comensal disfrute de las carnes al natural, es decir, elaboradas en parrilla de carbón de quebracho, también se preparan salsas y acompañamientos artesanos.

La decoración tampoco pasa desapercibida. Se trata de un gran espacio, dos plantas, tres posibilidades. El comedor, con una estética industrial y grandes ventanales, se caracteriza por el confort y la discreción entre mesas debido a su amplitud.   En la misma planta, se encuentra La Barra del Tartare, un rincón al más puro estilo japonés, donde se corta, sazona y  presenta cada especialidad, a la vista del cliente. Es una amplia oferta de crudos de pescados como salmón, atún, gambas o ceviche de rape hasta clásicos como el de solomillo de vacuno.

Y para redondear cualquier cita y encuentro, dispone del Confidential en la planta sótano. Se accede desde el comedor por una gran escalinata. Está decorado con calidez y es idóneo para relajarse, conversar y tomar una copa con buena música de fondo. Ah, y sus conciertos ya son un imprescindible en la noche catalana. ¿Nos vemos en Casa Paloma?

casapaloma.es