El restaurante del Canfranc Estación, a Royal Hideaway Hotel 5*, Canfranc Express, ha sido galardonado con su primera Estrella Michelin, un bien merecido premio que atrae más si cabe la atención del turismo de lujo sobre un establecimiento ya de por sí atractivo a rabiar.
Eduardo Salanova como chef del restaurante y Ana Acin como su sumiller y jefa de sala son los responsables de este éxito, ellos son quienes han convertido al Canfranc Express, un restaurante ubicado en un antiguo vagón de tren, en un restaurante con Estrella Michelin; la idea del vagón no fue una ocurrencia, ciertamente, sino la consecuencia inevitable de ubicar este restaurante en un hotel que es una vieja estación de tren, Canfranc Estación; ¿cómo convertir un viejo vagón de tren en un restaurante de alta cocina? Inspirando su restauración en los antiguos y glamurosos vagones restaurante de los trenes que circulaban por Europa en los felices años 20 (que no son los de este siglo sino los del pasado S.XX) y ofreciendo una propuesta gastronómica sin par.
Solo 12 comensales viajan, gastronómicamente hablando, en el Canfranc Express y lo hace gozando del legado culinario aragonés tal y como lo entiende Eduardo Salanova; platos como la pintada y remolacha (preparado con pintada salvaje criada en Los Monegros) o la trilogía del ternasco (tres pases protagonizados por el cordero del Pirineo) y postres como la pataca, apionabo y amargos (un namelaka de apionabo con helado de tupinambo y aire de cerveza) son algunas de las delicias creativas incluidas en el menú degustación del Canfranc Express, un menú que se sirve perfectamente maridado para que la experiencia gastronómico-ferroviaria sea completa.
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