Restaurantes

Bocaítos que te dejarán helado

Frozen: una propuesta de tapas frías que mezclan la cocina castellana y andaluza de siempre

Ya lo decía Fito Cabrales:“lo mejor del sol el brillo de la luna”, lo que me da pie a pensar que hay quienes creen que “lo mejor del calor es la sombra” y el cobijarse en un ambiente más frío y resguardado. Porque ahora, con el sol apretando cada vez más, apetece entrar en un local donde su temperatura interior sea inferior a la exterior. Y nosotros conocemos ese sitio. Y te chivamos que su amplia propuesta de tapas hechas con mimo y esmero te dejarán helado, con ganas de probarlas todas y llevarte más de esos bocaítos a la boca, claro.

Bocaíto es uno de los locales con más solera del barrio de Chueca. Con medio siglo de vida, esta castiza taberna sabe hacer frente a la inmensa oferta gastronómica de la capital, cada vez más moderna, con propuestas sugerentes y atractivas que mantienen ese sabor auténtico a caballo entre lo andaluz y lo manchego. Así nace Frozen, una mini carta de bocaítos fríos cuyo objetivo no es sino refrescar al comensal con la mejor materia prima plasmada en suculentas tapas hechas al momento… para comérselas al momento. De esta manera evitamos que el alimento empape el pan y conserve ese toque crujiente de cada bocaíto.

El más conocido es el Josefino (compuesto de tronco de palmito, lomo de salmón, alioli casero y caviar) o el Currito (bacalao desmigajado con tomate sobre cama de aguacate). Otro que sorprende gratamente es la tosta de foie de bacalao “frozen” con caviar. Se sirve muy frío para extraer bien todos los aromas, sabores y matices. El chupito de gazpacho es un imprescindible en la degustación de bocaítos.

La tosta de ahumados reúne sabores únicos del norte de Europa y la de anchoa, los propios de nuestro norte, del Cantábrico, servida sobre una cama de aguacate con un paraguas de tomate. Como colofón final, una obra de arte hecha con frutas de temporada acompañado de helado de varias clases saciarán los paladares más dulces.

La carta es uno de los atractivos de este local pero sin duda, otro de ellos es el restaurante en sí. Como si de un andaluz se tratara, con su patio, sus azulejos y vigas a la vista, con pucheros tradicionales colgando de pared a pared e imágenes de tauromaquia decorando una de las 3 salas. Otra de ellas, alberga una serie de ilustraciones de edición limitada creadas por el mismísimo Goya que, la primera generación de Bocaíto (ya van por la tercera) se empeñó en obtener para exponer en aquí.

No somos los únicos a los que este restaurante nos ha llamado la atención. Paulina Rubio, Almodóvar o incluso Brad Pitt han escogido Bocaíto para degustar las tapas más puras en un acogedor local de toda la vida.