El verano es ese tiempo cálido y vacacional de días largos y tiempo de ocio porque, incluso cuando las vacaciones son ya un bonito recuerdo, las veladas estivales nos sirven de refugio emocional y divertido que hacen de esta época del año la más deseada... y la más corta, no porque lo sea sino porque los buenos tiempos siempre parecen apurar más las horas y los minutos que sus antagónicos malos tiempos, cuyas horas parecen días. ¿Y a santo de qué hacemos aquí y ahora esta reflexión? lo hacemos a cuenta de la fecha estimada de inauguración de un restaurante que, estamos seguros, será una de las sensaciones del año: Arrea! Habrá que esperar a que acabe el verano para probarlo.
Edorta Lamo es el responsable de este nuevo concepto gastronómico que descubriremos a la vuelta de un verano en la montaña alavesa; se trata de una propuesta transgresora y vanguardista, como no podía ser de otro modo siendo Edorta Lamo quien la firma, pero también muy local y fiel al producto de cercanía, una cocina autóctona del País Vasco tamizada por la visión creativa y siempre sugerente de este excepcional chef.
Cucharas de boj, carbón, caza, hierbas silvestres, huerto, trufa, miel y frutos autóctonos casi extinguidos son algunos de los elementos básicos que construirán las recetas que se servirán en Arrea!
Mientras se acerca la fecha de inauguración, vamos conociendo algunos de los platos que podremos degustar a placer en Arrea!, de hecho, algunos afortunados han tenido ya el gusto de probarlas porque se presentaron el pasado mes de febrero en una cena en el Basque Culinary Center: lomo de trucha con perlas de ajopuerro & pil-pil de río; trutxita a la navarra con jamón de paloma; fuá de sesos y patxarán con aranes fermentados o grissinis de cordero con unte de txoricero y cenizas.
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