Dicen que cuando morimos perdemos 21 gramos, hay quien dice que ese es el peso del alma que abandona el cuerpo en el momento del fin de la vida y también quien sostiene que es en realidad el peso del dolor que nace en los corazones de quienes sufren la pérdida de un ser querido, claro que no es de vidas y muertes ni de creencias o devociones personales, ni tan siquiera de cine, de lo que vamos a hablar hoy porque para profundizar en esos 21 gramos de alma o dolor (o quien sabe si ambas cosas... o ninguna) ya está la película de Alejandro González Iñárritu, nosotros hoy vamos a hablar de otra devoción, la que sentimos muchos hacia el café y del mejor lugar de Berlín para rendirnos a ella.
Y es que dicen que el 21 Gramm es un café para almas devotas, literalmente porque está ubicado en lo que antes que un café fue una capilla en la que se celebraban funerales, de ahí que el nombre elegido para este curioso café fuera 21 gramos, los 21 gramos del peso de las almas que abadonaran sus cuerpos; el lugar mantiene en gran medida la estructura de la capilla con sus ventanas apuntadas y sus columnas además de sus paredes de ladrillo visto en las que descubrieron antiguas inscripciones en alemán.
21 es un lugar encantador que, en esa estructura de capilla antigua se decora con muebles modernos y sirve desayunos deliciosos protagonizados por tostadas de salmón, aguacate y huevos o tortitas de arándanos y manzana acompañadas siempre por un delicioso y cremoso café recién hecho... ¿eres más de capuccino? te encantará el suyo tanto como sus bizcochos, que son artesanos.
En 21 Gramms, en el corazón de Berlín, son muy de horarios europeos así que pasan del desayuno al brunch (un muy recomendable brunch...) y de ahí a la cena que se sirve de 6 de la tarde a 10 de la noche. En todo caso, a la hora que mejor encaje a tu visita berlinesa, no dudes en pasar un rato en 21 Gramms.
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