No hay nada mejor que volar en Air New Zealand. No, no es el próximo eslogan de la aerolínea de Nueva Zelanda, sino la conclusión a la que se llega tras conocer que esta ha sido elegida por segundo año consecutivo como la mejor del mundo. El galardón se lo ha dado Airline Rating, la empresa australiana encargada de evaluar la seguridad de las diferentes compañías aéreas.
Los motivos, principalmente su papel innovador, pero también "por su desempeño financiero, seguridad operacional y motivación de su personal". Además, destaca la flota de aviones, bastante nuevos y avanzados en lo tecnológico.
La firma neozelandesa, con 75 años de historia, también se alzó con el premio a la mejor clase Económica Premium, es decir, la que distingue entre Turista y Business. Esta última fue vencida por Cathay Pacific, pero no por ello deja de ser toda una experiencia volar en esa cabina. Y es que no faltan detalles de auténtico lujo.
Por ejemplo, en sus aviones 787, también llamados Dreamliner por su comodidad en vuelos intercontinentales, es posible dormir en horizontal, con un movimiento rotacional del asiento que permite tumbarse en perpendicular con el movimiento del avión. Además, esos mismos asientos cuentan con una pantalla individual de 11 pulgadas, es decir, más grande que la mayoría de aerolíneas, y en ellas no falta el puerto USB para poder conectar cualquier aparato.
Peter Gordon es el chef que se encarga del menú en la Business Premier de Air New Zealand. De su cabeza salen recetas con productos orgánicos y se maridan con los mejores vinos de las bodegas del país oceánico.
Tener la oportunidad de viajar en esta compañía no es tan fácil, en tanto que no tiene vuelos a España. Sin embargo, se puede tomar uno de estos aviones si hacemos escala en Londres, Frankfurt o Estambul, donde sí hay vuelos directos a Auckland. Toda una experiencia previa a conocer nuestras antípodas.
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