Es hija de una ‘gigante’ de la gastronomía. Por sus venas corre la sangre de Rosa Esteva, ésa genial creadora del Grupo Tragaluz. Suyos son Bar Tomate, Bar Lobo, Mordisco, Luzi Bombón. Y más, muchos más.
Ella es Sandra Tarruella y concibe el interiorismo de excepcionales restaurantes. Los que pone en marcha su atrevida familia y los de otros. En cualquiera de ellos alcanza el objetivo. Alumbra, da forma, materializa y ejecuta conceptos innovadores. Sin estridencias, confortables, apetecibles. En ellos, disfrutar de un copa con amigos, tomar un tentempié o cenar resultan un absoluto placer.
Su último proyecto le ha llevado a Milán. Sandra es la autora de Panino Giusto. Y a través de su interiorismo, refleja su historia y esencia. Los elementos arquitectónicos y de diseño elegidos tienen impronta italomilanesa, de los años 50, 60 y 70: Albini, Gio Ponti, Castiglioni, Caccia Dominioni, Vico Magistret, etc. A ellos, se unen los colores verde, rojo y beige-crema. Característicos de la casa.
Además, siguiendo la línea de este restaurante y su elección de una materia prima de calidad, el continente recupera materiales naturales y nobles. Son maderas de roble y nogal así como mármol, hierro y latón. Y él, el producto, queda expuesto a la vista de todos. Está en primer plano, en la librería de la entrada, como protagonismo.
Porque es él el que debe brillar. Aunque en este nuevo emplazamiento, esté rodeado de infinidad de elementos estéticos que ayudan. Así, Panino Giusto resulta acogedor, actual, versátil y transparente.
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