Así llevamos ya semanas: no toques y lávate las manos, no una vez ni dos, todas las que hagan falta, tantas veces como toques algo y sobre todo siempre, siempre siempre, antes de tocarte la cara porque ese 'no toques' con el que arrancábamos esta noticia va primero para que no te toques la cara...
Y eso que parece tan sencillo, cuando nos ponemos a ello, descubrimos que, como sucede con eso de quitarse la mascarilla y los guantes, tiene su complicación: ¿pastillas de jabón? no lo vemos, menos aún si son compartidas; vale, pero para obtener tu correspondiente dosis de jabón tienes, sí o sí, que tocar el bote... Pues no, no tienes que tocar nada, no si tienes una jabonera automática como éste de Simplehuman, basta que pongas la mano y caerá tu correspondiente dosis.
Hablamos de un dosificador automático y recargable que se presenta en 5 tonos para que elijas el que mejor quede en tu baño o en tu cocina (que ahora hay que tener jabón de manos allí donde tengamos un grifo): es de acero inoxicable cepillado o pulido, en oro rosa, latón o blanco, con una capacidad de 266 ml de jabón, muy fácil de lavar, con válvula antigoteo y sin pilas porque es recargable (cada carga dura 3 meses).
Además Simplehuman nos ofrece también una estupenda selección de jabones que tienen la consistencia perfecta para este dispensador y unos aromas a cada cual más agradable.
¡Lávate las manos! cuando tengas su Simplehuman en casa te dará mucha menos pereza hacerlo...
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