Decoración

Matisse, el club de playa más español de Australia

En Perth, un rincón de lujo que ha sido decorado por la firma valenciana Vondom con piezas de Patricia Urquiola y Ramon Esteve.

Perth, la ciudad más importante de la costa occidental australiana, quiere convertirse en uno de los destinos más importantes del próximo verano austral. Así, está preparando ya espacios que puedan rivalizar con los famosos clubes de lujo y glamour de la Costa Azul francesa o la del Sol malagueña. Buen ejemplo de ello es el exclusivo Matisse Beach Club, que fusiona arena, olas, estilo y diseño en la playa de Scarborough.

Si por algo destaca este club de playa es por su diseño moderno y sus instalaciones, equipadas con las últimas tecnologías. Imposible no fijarse en sus cabañas, cada una de un color a cuál más luminoso, en tonos completamente veraniegos. Y tampoco les desmerecen sus salones de playa, sus cenas informales o su piscina con espectaculares vistas al océano Índico.

El responsable del proyecto es Jenlin Chia, junto a su equipo de arquitectos Oldfield Knott. Ellos fueron los encargados de seleccionar a la firma española de decoración Vondom para el equipamiento. Así, estos expertos en mobiliario exterior viajaron a Australia y eligieron para el matisse mesas y taburetes ADAN by Teresa Sapey, sillas Vertex by Karim Rashid y como tumbonas, lámparas y taburetes de Ramon Esteve.

Luces de neón de diferentes colores se encargan de delimitar las diferentes zonas en las que se subdivide el club. El ambiente es inmejorable y muy acogedor, con profusión de sofás y sitios donde descansar o tener una agradable charla. Además, las líneas angulares de cada zona aportan una sensación de movimiento y dinamismo únicas.

La carta de cócteles, como buen club playero, es importante. Además de un listado amplio de vinos por copa (alguno español como el Radio Boka Tempranillo de Valencia) y una decena de champanes, cuenta con combinados como el Dune Flower (vodka y licor de flor de sauco), el Matisse Mai Tai o el Mandalin (ginebra, azahar y licor de mandarina).

Será imposible visitar el Matisse Beach Club y no querer repetir, y mucho menos olvidarlo fácilmente...

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