Arquitectura

Vivir en Fitzroy Park, Londres, es un sueño

Fitzroy Park, junto a la entrada noroeste del parque Hamstead Heath, representa una ubicación magnífica para una casa sencillamente espectacular.

Si eres de los que sueña con vivir en Londres, seguro que serás de los que, como nosotros, se instalaría en esta casa sin pensarlo un momento y, como no sabemos cual es su precio de venta porque esta información se guarda celosamente para compradores potenciales, podemos soñar a lo grande e imaginarnos ahí, junto al parque favorito de los londinenses, el parque de Hampstead Heath, viviendo en el corazón de Londres y en un magnífico entorno natural, todo junto y a la vez.

Esta casa en Fitzroy Park está ubicada al norte de Londres, junto a la entrada noroeste del Hamstead Heath, un parque natural de unas 320 hectáreas en el que encontrarás estanques, arboledas antiguas y otras de reciente plantación, parques infantiles, pistas de entrenamiento, tres pisicnas públicas, un lago junto al que organizan conciertos en verano y, en su zona sureste, Parliament Hill, desde donde disfrutarás las vistas más espectaculares de Londres (lo son tanto que están protegidas por ley).

Y ahora que sabes donde está y tienes tantas ganas de instalarte en ella como nosotros, te contamos los detalles que conocemos acerca de esta espectacular vivienda: cuenta con cinco domitorios y seis baños, cocina, zona de office, comedor, dos salas para recibir a las visitas, vestidor, sala de juegos, sala de cine, hasta cuatro balcones y una piscina en su parte de atrás; cuenta además con su propio jardín privado y un espacio de garaje.

Los espacios de la casa se distribuyen en dos plantas, reservando la superior para las habitaciones más íntimas: tres dormitorios, todos ellos con su baño privado y su balcón con vistas y la suite principal que cuenta además con un vestidor.

Además de por su ubicación y la estupenda distribución de sus espacios, lo que nos enamora de esta casa es su luminosidad combinada con sus vistas, una confluencia de belleza que se debe principalmente a los grandes ventanales de suelo a techo que son prácticamente tabiques de cristal.