Moderna y elegante, de líneas depuradas y funcionales, esta mansión mantiene cierta sobriedad en su estilo aunque lo cierto es que no por ello deja de ser una casa de lujo. Se trata de una villa ubicada en un emplazamiento privilegiado, ligeramente apartado del mundanal ruido y al tiempo muy cerca de él, y es que estamos en California, en las colinas de Santa Mónica, junto a la ciudad de Los Ángeles.
Estamos ante una mansión de vanguardia construida a tres alturas que parecen colocadas al azar o de cualquier modo, como si alguien hubiese tirado las plantas al aire y las hubiera dejado tal cual la casualidad las colocó sobre la tierra. Claro que ésto es sólo una sensación a primera vista, nada en esta villa es casual, la ubicación de los dormitorios principales en la parte alta de la casa, tampoco. La piscina, a la se accede por unas bellas escaleras, mira a la ciudad desde el remanso de paz que supone esta vivienda.
Sorprende y enamora la luminosidad de esta casa y su transparencia reflejada en los inmensos ventanales que lucen todas sus estancias, resulta tentadora su barra y bodega, su salón con chimenea o sus habitaciones con vistas. El estudio de arquitectura Oppenheim, responsables del diseño de esta casa, han logrado construir una vivienda en la que el lujo, la belleza, la funcionalidad y la elegancia crean un conjunto armónico al que resulta imposible no adaptarse.
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