No es la casa más bonita del mundo pero sí es una de las más curiosas, será porque se trata de una casa en la costa, pero su inspiración no puede ser más de mar, un barco ¡parece un barco! y no sólo en su línea exterior ni el color elegido sino también en su interiorismo, donde luce las mismas líneas funcionales y náuticas que en el exterior.
Decimos que parece un barco y decimos bien, un barco, no un yate de lujo y diseño de esos que parecen áticos en la quinta avenida, no, un barco, no diremos una fragata de la armada pero casi, así de gris es su exterior y así de funcional es su interior; lo que realmente nos llama la atención de esta casa es por una parte su línea exterior porque, vista de perfil, distinguimos perfectamente la proa y la popa del barco y hasta, si me apuran, el punte de mando y por otra parte su interiorismo porque incluso la escalera de caracol, siempre tan bellas y poco funcionales este tipo de escaleras, nos recuerda también al interior de los barcos que, para ganar espacio, suelen optar por este tipo de escaleras.
La casa en cuestión está en Holanda y es obra del estudio de arquitectura Lody Trap, su dueño es uno de esos afortunados con parcela con vistas al mar en propiedad que pudo acercarse a un estudio de arquitectura como Lody Trap para pedir la casa de sus sueños y no, no pidió una casa como un barco, sólo puso una condición a los arquitectos: que tuviese vistas al mar desde la cama; partiendo de esa premisa de obligado cumplimiento llegamos a esta casa como un barco... ¿qué te parece?.
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