Magnolia es, además, un barrio de Seattle que da nombre a esta casa porque es ahí donde ha sido construida, una vivienda moderna a rabiar que hace del diseño arte y funcionalidad a partes iguales, tanto es así que ha recibido varios premios en reconocimiento a su belleza, elegancia y originalidad.
Lo que los dueños de esta casa pedían era algo así como el santo grial de quienes viven en la ciudad y no en campo abierto y alejado de los vecinos: una casa luminosa y abierta al exterior con amplias zonas al aire libre pero sin renunciar a la privacidad y eso es, precisamente, Magnolia.
Dos grandes muros de hormigón sirven para delimitar el espacio y la vista de los vecinos pero, a partir de ahí, la casa se abre con grandes ventanales al exterior y con una estupenda zona de jardín; en este diseño se abusa incluso, dicho ésto en el mejor de los sentidos, de los ventanales de suelo a techo que no sólo dan acceso al jardín sino a la terraza en la planta superior.
Te encantará la chimenea abierta en el salón, abierta porque no están empotrada en la pared sino que sirve para dividir el espacio del gran salón en diferentes áreas; te encantará también (si no tienes problemas de vértigo) la escalera porque es abierta de modo que no se convierte en una mole que oscurece la casa sino todo lo contrario; la amplitud de la cocina es magnífica y, en general, el diseño depurado del interiorismo de Magnolia resulta tan moderno como acogedor.
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