Arquitectura

House W: pequeña casa, gran vivienda

El ingenio con el que House W, en Taipei, resuelve las necesidades en un espacio reducido y en un complicado contexto, resulta inspiradora.

Son inspiradoras las soluciones ingeniosas. La House W es una de esas casas que se sale del marco con una visión diferente del espacio dentro del contexto, resolviendo con sencillez las condiciones del contexto. Con esa sencillez lúcida. Ingenio y soluciones. Soluciones ingeniosas. Inspiradoras.

El contexto define. No basta con hacer una casa habitable, hay que situarla. Incluso para hacerla habitable, cómoda, práctica, confortable, uno debe atender al lugar, al entorno, a las condiciones climáticas, al espacio disponible, a las necesidades de las personas que la van a habitar y a los requerimientos, gustos y deseos de estos.

House W está en Taipei, Taiwan, en uno de esos barrios de espacios limitados y saturados de viviendas de parcelas estrechas y alargadas. La calma, el silencio y la privacidad se ven afectadas por la proximidad de tantas viviendas, por estrechas calles que se llenan de vendedores ambulantes, los mercados nocturnos, siempre vivos, siempre ruidosos, y por unas atracciones turísticas cercanas. En ese contexto KC Design Studio se enfrentaba al reto de conseguir una vivienda que garantizara sobre todas estas cosas la calidad de vida de sus propietarios.

La solución pasa por una vivienda que mira hacia el interior aprovechando la profundidad de la parcela. Una vivienda que se desarrolla entorno a un patio interior y un patio trasero que inundan las tres plantas de luz natural y una fachada exterior retranqueada y con cierre exterior de pequeñas aberturas que permite que la luz entre libremente en el interior manteniendo la privacidad de las estancias. Del mismo modo, la parte posterior de la vivienda cuenta también con grandes ventanales a un patio interior. Luz y ventilación, escasas en las viviendas de la zona, pasan a ser las protagonistas de la vida de esta vivienda, en tanto que el sol se cuela todo el día por una y otra parte de la casa, ajena al bullicio de las calles.

De fuera a adentro, la vivienda se desarrolla en las tres plantas con una inusual sensación de amplitud en lo angosto de la parcela (tan solo 3,7 metros) con planos abiertos en los que las habitaciones se desarrollan en espacios abiertos, balcones interiores o exteriores, o el comedor, la sala de estar inferior, disfruta en lo más profundo de la casa, también de luz.

No sólo se han respetado las vigas de hormigón de la antigua vivienda si no que se han dejado a la vista sin alterarlas en contraste con los nuevos elementos constructivos, el acero y el cristal, con las paredes acabadas en cemento o los suelos de madera blanca. Una muestra del pasado que realza la evolución del presente.

La decoración, sobria, discreta, se rinde también a la luz. Colores claros, neutros, que le dejan todo el protagonismo al lucernario y a los detalles. La viga de madera sobre la que cuelgan las luces del comedor es protagosinista en el espacio, la escalera en blanco sirve de alacena y estructura par los muebles integrados de la cocina que se desarrolla más allá de su propia utilidad. La primera planta sirve para albergar las habitaciones de los niños con un baño y un espacio abierto que hace las veces de sala de jugos. La segunda planta abierta es entera una suite con un gran baño en el que caben todas las comodidades. Y en la azotea una gran terraza solarium con vistas a los tejados de la ciudad. Ni un metro queda desaprovechado, pero en ningún momento encuentra uno en esta vivienda sensación alguna de habitar un espacio mínimo, reducido.

Las mejores soluciones son las que se definen a si mismas como tales. La House W es una solución en sí; la solución perfecta para un entorno en el que el lujo es el silencio; para un espacio en el que lo imposible se convierte en posible, la amplitud; para una vida en la que el confort y la privacidad se antojaban improbables, y se ha logrado. Una pequeña casa, una gran vivienda. La inspiradora inspiración del ingenio.