Existen espacios funcionales, cerrados, prácticos y necesarios para el desarrollo de la vida en el interior de una vivienda. Hay otros espacios más abiertos, espacios que introducen luz y ventilación, gracias a los cuales “respiramos”. Sin embargo hay otro tipo de espacios umbral capaces de dotarnos de todo lo anterior. Espacios que aúnan la practicidad con la diversión y el placer de habitar.
Tepoztlan es una ciudad del sur de Méjico en uno de cuyos hermosos parajes se asienta la Tepoztlan lounge. Una vivienda llevada a cabo por los arquitectos Eugenio Eraña, Cadaval y Solà-Morales que trata de potenciar la experiencia de convivir con la naturaleza que la rodea.
Para lograrlo la vivienda queda conformada por tres piezas maestras situadas en un triángulo. Estas piezas son los espacios funcionales que albergarán la cocina, cuarto de niños y salón-estar. El resto del espacio de dicho triángulo se cubrirá pero no se cerrará perimetralmente, llegando a conformar un espacio umbral entre el jardín exterior y los espacios funcionales anteriores.
Este espacio continuo estará permanentemente ventilado y en contacto con el exterior, y desde él se podrá disfrutar de los tres jardines que la propia forma triangular de la vivienda habrá generado. Cada uno de estos jardines se caracteriza individualmente y en uno de ellos, se implanta una piscina ovalada de hormigón blanco que se introduce en el terreno mediante un suave escalonamiento.
La sencillez constructiva y los escasos materiales empleados potencian la idea de esta arquitectura basada en la introversión-extraversión espacial: de dentro a fuera, del exterior al interior, de lo más público a lo más íntimo, de lo más práctico a lo más placentero.
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