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Rosewood Villa Magna. Madrid recupera uno de sus clásicos

El Villa Magna ha vuelto; y Madrid es hoy más el Madrid de siempre gracias al Rosewood Villa Magna.

Durante meses leímos noticias acerca del daño que la pandemia estaba causando en el sector turístico; en la restauración había un pequeño margen a la vida porque el servicio a domicilio no se prohibió en ningún momento de la pandemia, ni tan siquiera en los momentos en los que las restricciones fueron más brutales, pero en el sector hotelero las cosas eran mucho más difíciles; muchos hoteles cerraron temporalmente, otros se pusieron al servicio del sistema sanitario y el Villa Magna, el emblemático hotel de lujo de Madrid, echaba el cierre.

Ese podía haber sido el fin de la historia pero sabemos que los clásicos nunca mueren y el Villa Magna ha confirmado que así es; no solo no ha muerto sino que se ha renovado por dentro y por fuera y brilla hoy en Madrid como uno de los mejores hoteles de la capital: el Rosewood Villa Magna.

La remodelación del edificio no ha sido menor, salta a la vista desde la fachada y el acceso al edificio bajo la dirección del arquitecto Ramón de Arana y de despliega en las zonas interiores: los jardines y zonas verdes del hotel han cambiado su imagen gracias al paisajista Grogorio Marañón: árboles en hilera, zonas de césped, pérgolas esculturales, fuentes, miles de plantas ornamentales, paredes cubieras de hiedra a modo de jardines verticales, setos de laurel, cedros, acacias, plataneros...

El interiorismo, obra y arte de los australianos de Bar Studio, también se ha renovado y lo ha hecho a imagen y semenjanza del antiguo Palacio de Anglada para mantener el encanto de un clásico del lujo; los materiales y colores naturales son los protagonistas de este renovado interiorismo (piedra, madera, hierro, cristal...). El arte es toque de exclusividad que completa la decoración de los diferentes espacios con una selección de obras realizada por la firma inglesa Art Link.

La oferta gastronómica del renovado Rosewood Villamagna, con cuatro espacios entre los que destaca el que ocupa el restaurante Amós, es de primer nivel y su oferta wellness la propia de un hotel de la cadena Rosewood.

20 millones de euros le costó al grupo Rosewood hacerse en el hotel Villa Magna tras su cierre y otros tantos la remodelación que llevaron a cabo pero el resultado no puede ser más bello, acogedor y exclusivo, y es que Madrid es más el Madrid de siempre desde que ha recuperado su Villa Magna.

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