A un paseo de Tortosa, en uno de los pulmones de la comarca tarraconense de las Terras del Ebre, se encuentra una de esos rincones a los que merece la pena cada uno de los minutos que se invierten en llegar. En una época en la que queremos todo a un paso del andén del AVE, del aeropuerto o de la boca de Metro, hay que romper con lo establecido y regalarse un descanso, una parada única para los sentidos, como la que ofrece el Villa Retiro en Xerta.
Este pequeño pueblo de Tarragona puede presumir de Estrella Michelin, la que ostenta desde hace seis años el chef Fran López. Cuarta generación de hosteleros, él es el primero, en cambio, de la familia que ha llevado el concepto de Alta Cocina a los fogones. Lo hace tras una formación exquisita, y tras pasar por la cocina de Ducasse en París. Ahora, en su restaurante Villa Retiro ofrece menús degustación en los que la gastronomía local se funde con las nuevas técnicas, y en el que el producto tiene una rotundidad de sabor perfecta.
Platillos como las Angulas cocidas con ajo y acompañadas de un huevo de pato o la Polla de agua con ñoquis de patata son solo dos muestras. Por cierto, que las angulas te las muestran vivas antes de cocinarlas, los huevos (tanto los de pata como los de gallina) son de la granja familiar y cuentan también con huerto propio. Así es fácil de entender la explosión de sabores, que se convierte ya en superlativo cuando participa su sumiller, maridando vinos tanto de la bodega familiar de los López como de otras procedencias tan exóticas como el sake japonés.
El restaurante Villa Retiro ocupa un edificio presidido por un gigantesco ficus centenario que hacía anteriormente las veces de hogar del servicio y aparcamiento de carruajes de una adinerada familia de Xerta. Fue la misma que levantó el palacete indiano que, hoy, es el hotel de cinco estrellas del mismo nombre que el restaurante. Respetando al máximo la singularidad del lugar, no hay mejor plan que combinar una cena perfecta con la última nota de maridaje: pasar allí la noche, levantarse al día siguiente y, tras un desayuno en el que podremos elegir si queremos huevos de pata o gallina y cómo cocinarlos, darnos un chapuzón en la piscina o relajarnos aun más en el spa.
Los precios de los menús parten de los 35 €/persona (de martes a sábados y domingos mediodía) y la estancia, desde 120 €/noche (214 € los fines de semana, incluyendo desayuno).
Un retiro espectacular del que querremos repetir experiencia a menudo, pues a Fran López le encanta ir cambiando constantemente menús, dejando muy pocos platillos perennes. Y su cocina engancha.
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