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Retamares: Hoyo, suite, cocina, partido

No es un campo de golf. No es un hotel. Tampoco un restaurante. Lo es todo a la vez.

Un oasis al norte de Madrid en el que desconectar de la rutina de la forma más sana: practicando deporte entre lagos y parando a deleitarse con la alta cocina de José Miguel Valero y las recetas más dulces de Paco Torreblanca en una escapada de fin de semana por y para el descanso, con epicentro en una de sus grandiosas suites. Es el renovado club de golf Retamares.

Entre hoyo y hoyo, en un paisaje de ensueño con vistas a la sierra de Madrid salpicado de pequeños embalses de agua cristalina, se encuentra uno de los mejores clubes de golf del país. Dos nombres propios respaldan su diseño, el del gran golfista José María Olazábal en el campo y el del estudio A-cero, liderado por Joaquín Torres, en el interior.

Técnica y elegancia se dan la mano en las proximidades de la localidad de Algete, y a ellas se une el buen gusto, en el sentido literal de la expresión, del catering ArtGourmet, orquestado aquí por un chef, José Miguel Valero, que presenta su cocina tradicional innovando en sabores y emplatados en un marco incomparable y en compañía del nombre más dulce de la repostería española, el del maestro Paco Torreblanca.

Los macarons de foie, la copa de salmón en tres texturas diferentes y el ceviche de bogavante con guacamole y espuma de lima abren el apetito y dan la bienvenida a piezas de carne y pescado de frescura óptima, como la lubina salvaje coronada con cola de langosta y frutos rojos. Cuesta, pero hay que dejar hueco para la destacada selección de postres de autor, como el delicioso milhojas de Torreblanca.

Y es que a Retamares no solo se viene a dar unas bolas. Al menos 24 horas se antojan necesarias para sacarle todo el jugo a un complejo que invita al relax más absoluto: un partido a primera hora de la tarde, una cena a la luz de las velas y una noche para el recuerdo en cualquiera de sus lujosas suites equipadas con todo detalle, contemplando desde el jacuzzi o la terraza la naturaleza que lo rodea.

Una boda, una escapada para dos, un plan de amigos... Retamares es uno de esos pequeños oasis que Madrid esconde. Su encanto va más allá de sus servicios. Su emplazamiento y sus mágicos atardeceres son uno de los secretos mejor guardados de la región. Que no te lo desvelen.

*Fotos: Retamares y Victoria Verdier.

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