Libros

10 de los libros que llevan los Reyes Magos en sus carrozas

Las carrozas de los Reyes Magos ya están preparadas, rebosantes de regalos e ilusión. Y en sus compartimentos secretos guardan los tesoros más preciados: los libros.

Tenemos que hablar de libros. De libros, de listas y de Navidad. Una vez más. Ya sé. Las listas son a la Navidad como el turrón y los villancicos. Y los libros, una especie de mantra para todos aquellos que no nos resignamos a contemplar con indiferencia a esa caterva de niños y adolescentes pegados a la pantalla de un móvil. Que sí, que es estupendo vivir permanentemente conectados, magnífico no perder el contacto. Que está genial eso de la realidad virtual. Pero, ¿acaso existe una realidad más virtual que la imaginación? Por eso todavía viven los libros. Porque son esas historias escritas las únicas que nos permiten soñar con nuestras propias palabras. Las únicas que nos permiten viajar a mundos inexplorados. Las únicas que nos liberan de la realidad (o nos acercan a ella). Porque nada es como el autor lo describe, sino como cada lector imagina.

Las carrozas de los Reyes Magos ya están preparadas, rebosantes de regalos e ilusión. Y en sus compartimentos secretos guardan los tesoros más preciados. Al abrigo de la lluvia y la nieve; resguardados de las tormentas y vientos del desierto; protegidos como se merecen. Porque son demasiado valiosos para exponerlos a los ojos de cualquiera. Están ahí esperando a ser descubiertos y sólo los más afortunados tendrán la oportunidad hundir su nariz entre verbos y sustantivos, despertar con el olor a libro recién hecho, desayunar adjetivos tan potentes como “impetuoso” o “enigmático”. Sólo algunos esperarán con avidez el momento de usar la palabra “petulante” o “apetito”…

Sí, queridos niños, hay vida más allá de Snapchat e Instagram. Los Reyes Magos lo saben. Y vosotros también. Por eso tenemos que volver a hablar de libros. Y de listas de Navidad. Pues si cualquier tiempo es bueno para regalar libros (y leerlos), estas fiestas son perfectas. Así que, como dicen los islandeses Jólabókaflód. Que significa “que la lectura fluya” o algo así.