Trabajos de amor perdidos es una de las primeras obras de Shakespeare. También una de las menos conocidas y representadas y, sin embargo, una de las más divertidas. El humor irónico de Shakespeare se centra en la historia del Rey de Navarra y tres de sus caballeros. La Navarra soñada por el dramaturgo británico comienza con la reclusión voluntaria del rey Enrique y su séquito. Alejados del contacto femenino y de cualquier distracción mundana, se entregan al estudio, la erudición, la abstinencia y la meditación. Claro que el entusiasmo por la clausura se prolonga lo que tardan en irrumpir en el castillo la Princesa de Francia y su colección de damas. A partir de ese momento los planes de los caballeros se desbaratan. El misticismo se va por donde vino y los enredos toman el poder.
En el marco del 400 aniversario del fallecimiento de William Shakespeare, y entre los distintos homenajes dedicados al autor, la Fundación Siglo de Oro se alía con el Shakespeare’s Globe Theatre para versionar la obra del genio de Stratford-upon-Avon. Todo un reto si tenemos en cuenta que, hasta bien entrado el siglo XX, Trabajos de amor perdidos se consideraba una creación menor.
Adaptada por José Padilla, dirigida por Tim Hoare y Rodrigo Arribas, la puesta en escena se ciñe al planteamiento original. Sin embargo, un sinfín de matices orienta la pieza hacia el humor y las flaquezas humanas, desplegando todo el repertorio shakespeariano de versos, retórica y juegos de palabras. Sin escenas relevantes ni protagonistas destacados. Sin pretensiones grandilocuentes ni prejuicios. La escenografía, poco realista, se centra más en mostrar la religiosidad y el voto de abstinencia. La representación es grupal y la trama lo menos importante cuando la enjundia se concentra en la maestría del lenguaje. Pues, aunque no deja de ser una comedia de juventud, la obra (y la adaptación) conquista por el ingenio. Por la intriga, la ironía, los malentendidos. Al fin y cabo, es el humor lo que mueve el mundo. Y porque la obra no deja de escenificar la eterna lucha entre instinto y erudición.
Tras su estreno en el Teatro Campoamor (Oviedo) y su paso por los Teatros del Canal (Madrid), Trabajos de amor perdidos permanecerá en el Teatro Cofidis Alcázar hasta el próximo 11 de septiembre.
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Trabajos de amor perdidos, de William Shakespeare.
Dirección: Tim Hoare / Rodrigo Arribas
Adaptación y traducción: José Padilla
Intérpretes: Javier Collado, Montse Díez, Jesús Fuente, Alicia Garau, Jorge Gurpegui, Julio Hidalgo, José Ramón Iglesias, Alejandra Mayo, Sergio Moral, Raquel Nogueira, José Luis Patiño, Lucía Quintana, Pablo Vázquez.
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