Escena

Thomas Mann, entre la música y la literatura

No soy un hombre visual, sino un músico desplazado a la literatura. Thomas Mann.

Que Thomas Mann (1875 - 1955) era un melómano empedernido no es ningún secreto. Que los ritmos wagnerianos eran para él una especie de droga, una pasión incontrolada, su verdadera musa, el paradigma de todas las artes, es también bien conocido. Como que sucumbió ante Lohengrin la primera vez que lo escuchó a los diecisiete años. De hecho, fue esta ópera la fuente de inspiración de Los Buddenbrook, la novela juvenil que lo lazó a la fama. Eso y su devoción por Wagner que le valió el exilio además de un sinfín de discusiones y problemas.

Tampoco resulta difícil imaginar a Mann sumergido entre notas y papeles, cabalgando desbocado con las valquirias; seducido, casi endemoniado, abandonándose por completo al influjo de las notas de Wagner o de Gounod, Mahler, Britten, Hans Pfitzner, Schubert, Schönberg y Richard Strauss. Rendido, en fin, ante el único arte capaz de derretir su fría personalidad. Pues para este escritor la vida sin música no tenía sentido y la convirtió en el elemento recurrente de su universo narrativo.

Lo cierto es que los textos de Thomas Mann andan impregnados de canciones y conciertos, de lieder emocionantes, de sentimientos musicales, de estructuras importadas de óperas y composiciones instrumentales. Sin embargo, la novela donde la música se convierte en una auténtica orgía literaria es Doktor Faustus (1947), la biografía del músico ficticio (Leverkühn) que evoca a uno real (Arnold Schönberg). Una sinfonía narrativa donde el lenguaje se funde con las notas casi diabólicas del sistema dodecafónico.

La novela siempre ha sido para mí una sinfonía, una obra de contrapunto, un entramado de temas en el que las ideas desempeñan el papel de motivos musicales.

Coincidiendo con las representaciones de la ópera Muerte en Venecia de Benjamin Britten en el Teatro Real, la Fundación Juan March organiza un ciclo de tres conciertos —los miércoles 26 de noviembre, 3 y 10 de diciembre— que nos acerca al universo musical de este complejo escritor. La figura de Wagner y su ópera Tristán e Isolda son el punto de partida de este recital, un festín musical y literario imprescindible para los amantes Thomas Mann y la canción alemana en el que se intercalarán las interpretaciones de obras musicales con la narración dramatizada de los extractos de las obras de Mann que iluminan la profunda influencia de la música en todas sus creaciones.

Los conciertos de este ciclo se transmitirán en Radio Clásica de RNE y en paralelo a ellos se celebrará el ciclo de conferencias "Thomas Mann: su vida, su obra, su tiempo", impartidas por Rosa Sala (2 y 4 de diciembre).

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El universo musical de Thomas Mann

Ciclos de Miércoles. Fundación Juan March. Salón de actos

Fechas: 26 noviembre, 3 y 10 diciembre 2014
Horario Concierto: 19:30 h.

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